¿Se le puede enseñar a un niño a ser feliz?
Ser feliz es el máximo deseo del ser humano, y el máximo deseo que tenemos para nuestros Niños.
Del mismo modo que la psicología actual ha venido adoptando un estilo positivo que pone el acento en las emociones positivas que optimizan la salud psicofísica individual y la vida de relación, sería muy beneficioso que las familias adopten también este estilo para que los niños que crezcan dentro de ese seno familiar puedan crecer y desarrollarse saludablemente y felices.
¿Cómo es el estilo positivo de la psicología actual?
Desde sus orígenes y hasta hace no tanto tiempo atrás, la psicología sólo se centraba en la patología, en la enfermedad mental, en la debilidad, en el sufrimiento: términos todos ellos que nos llevan a retratar al ser humano desde el costado de la existencia negativa, como si fuese una víctima atada de pies y manos que nada puede hacer para cambiar su destino. En la actualidad, a partir de estudios bien sustentados, ampliando y enriqueciendo el marco de intervención, y también lejos de cualquier pseudociencia gerenciada por un gurú de moda, la nueva psicología dejó de focalizarse en los trastornos mentales, para mirar al hombre desde su costado positivo. No se trata ya de reparar lo roto, de eliminar lo negativo, sino que se interviene a partir de un abordaje y estimulación de las potencialidades y virtudes humanas, las emociones positivas, los valores, las fortalezas, el optimismo. En definitiva, el acento se pone sobre el bienestar mental, el buen vivir, la calidad de vida, para que el ser humano pueda, además de vivir saludablemente, salir fortalecido de las adversidades, de las crisis que puedan presentársele. Es importante dejar en claro que no se trata de eliminar emociones negativas, sino que se focalizan y estimulan emociones positivas que actúan como un “airbag”, contra las dificultades que se puedan estar experimentando. Ante esas circunstancias difíciles, que están allí y no se puedan cambiar, lo que sí se puede cambiar es la mirada y la actitud frente a esos hechos que acontecen en la vida. Se trata de poder verlos como una oportunidad de crecimiento y evolución, en lugar de verlos como un Apocalipsis.
Puntualmente, ¿cuál es el rol de la familia en la expresión de las emociones positivas?
Los chicos absorben como esponjas el clima emocional que pueda expresarse en el hogar. Si les mostramos con el ejemplo que alimentamos las emociones positivas, a medida que se vayan desarrollando, crecerán fortaleciéndose y dejando de ser propensos a experimentar emociones negativas y serán ellos generadores de climas emocionales positivos y optimistas.
¿Se le puede enseñar a un niño a ser feliz?
- Podremos enseñarle a ser feliz si reconocemos que somos el espejo donde se miran y:
- Generamos dentro de la familia un clima emocional favorable
- Reconocemos y expresamos adecuadamente nuestros estados emocionales
- Encontramos posibilidades en medio de la dificultad
- Salimos fortalecidos de circunstancias adversas
- Practicamos la sonrisa expansiva y el buen humor
- Podemos ver que lo negativo es nada más que una parte de la existencia
- Ponemos en marcha estrategias para aumentar el bienestar familiar
- Miramos con optimismo lo que existe a nuestro alrededor
- Ponemos en palabras los sentimientos
- Mantenemos la esperanza aún en situaciones difíciles
- Cultivamos los valores y las virtudes
- Fomentamos emociones positivas como la alegría, el amor, el buen humor, la esperanza, entre otras
- Favorecemos un clima de contención
- Estimulamos la capacidad de ser felices
- Manifestamos con mensajes claros nuestro amor hacia él
- Respetamos sus emociones
- Lo guiamos a través del afecto
- No lo humillamos
- Lo amamos sólo por ser nuestro hijo
- Fijamos sus límites
- No lo sobreprotegemos
- Apreciamos sus fortalezas
- Le mostramos que los errores son una oportunidad de aprendizaje
- Confiamos en su habilidad para resolver dificultades
- Ponemos el acento en sus capacidades, no en las carencias
- Les mostramos que las adversidades son temporales
Antes de despedirme te dejo una pregunta: ¿No es éste el momento más indicado para aprender y enseñarle a tu hijo a ser feliz?