Síndrome del túnel carpiano ¡Cuidado con el teclado de su computadora!
Adormecimiento y hormigueo en los dedos índice, medio y pulgar, además de falta de sensibilidad en la mano, sobre todo por la noche, son algunos de los síntomas que caracterizan el síndrome del túnel carpiano y es común que la mayoría de quienes utilizan mucho el teclado de computadora lo desarrollen.
Alejandro Espinosa Gutiérrez, jefe de Cirugía de Mano del Instituto Nacional de Rehabilitación, explicó que corresponde a la neuropatía compresiva más frecuente que se presenta por mantener la muñeca en posiciones forzadas por largos periodo de tiempo y el 95 por ciento de los casos ocurre al género femenino.
Sin embargo, comentó que existen otros factores de riesgo que coadyuvan a desarrollar esa patología, como es la post-menopausia, diabetes, problemas de tiroides, reumatismo o retención de líquidos.
Las personas más afectadas por esta patología son aquellas que por su ocupación permanecen por largos periodos de tiempo en posiciones no cómodas lo que ocasiona que se dañe el nervio mediano.
Asimismo, el galeno dejó en claro que las mujeres mayores de 35 años son más susceptibles a desarrollar esta neuropatía, por lo que el 90 por ciento de los casos se da en esta población.
Destacó la importancia del diagnóstico temprano, ya que con medicamentos y rehabilitación se puede corregir ese problema y evitar la cirugía, además de señalar que si la persona no se atiende pueden desarrollarse complicaciones graves.
Algunas de esos daños son la atrofia de los músculos de la mano, disminución la sensibilidad o presencia de esta alteración en la otra extremidad, situación que se presenta en el 60 por ciento de los casos.
El tratamiento es a base de anti-inflamatorios y rehabilitación, esto último consiste en que el paciente tome periodos de descanso cada 40 minutos durante la jornada laboral y realice ejercicios de flexión-extensión, con el fin de que reactive la circulación y evite la compresión del nervio.
De igual forma se recomienda el uso de una férula nocturna para garantizar que la mano se mantenga inmóvil y evitar que se siga dañando el nervio; si fallaran esas medidas el paciente tendría que ser sometido a una cirugía endoscópica, intervención ambulatoria efectiva y de fácil recuperación.
Espinosa Gutiérrez abundó en señalar que anualmente el Instituto Nacional de Rehabilitación realiza más de 240 intervenciones de ese tipo.