Existen diferentes factores de riesgo relacionado con la aparición de cáncer mamario, siendo las más importantes:

Los antecedentes familiares estando claramente establecido que las hijas de las mujeres que han tenido cáncer mamario, tienen mayor peligro de desarrollar la enfermedad, que otras mujeres de la población en general y el riesgo más elevado durante toda la vida (50%) se encuentra en las mujeres cuyas madres tuvieron cáncer mamario bilateral que se inicio antes de la menopausia.

También participan los antecedentes menstruales ya que la edad temprana de la aparición de la menarquía o primera menstruación así como la aparición tardía de la menopausia, incrementan el riesgo de cáncer mamario y a la inversa la edad, tardía de la menarquía y la menopausia temprana (bien sea natural o por intervención quirúrgica) reducen el riesgo.

En lo que respeta a la paridad, la menor edad de la mujer en el momento de su primer embarazo y los antecedentes de embarazo a término, disminuyen el riesgo de cáncer mamario.

También participa el factor relacionado con la etnia o tipo de población y así la probabilidad de desarrollar cáncer mamario a los 75 años de edad manifiesta variaciones étnicas importantes, reportándose una frecuencia del 8.2% en mujeres caucásicas, de un 7% en mujeres de raza negra, 4.8% en las de origen latino, 2.5% en las estadounidenses y de un 6.1% en las estadounidenses-chinas.

También algunas hormonas de origen endógeno (secretadas por el propio organismo) y relacionadas con la función menstrual y la paridad en las mujeres, implican la exposición a los estrógenos como factor importante para el desarrollo de cáncer mamario, aunque en muchos estudios de control de casos se han examinado los perfiles de estrógenos y así mismo de otra hormona secretada por la glándula hipófisis para activar la secreción láctea mamaria que es la prolactina, no habiendo surgido ningún patrón claro en relación con el cáncer mamario.

Tampoco se ha encontrado un enlace con las concentraciones de hormonas androgénicas (testosterona sobre todo) y con hormonas tiroideas.

Es de advertir que estos estudios señalados presentan una deficiencia consistente en que la inducción del cáncer mamario es un proceso prolongado y si se relacionara el perfil de estrógenos de la paciente o del caso testigo con el cáncer, probablemente no se encontraría una explicación satisfactoria en el análisis a corto plazo de las hormonas mencionadas, principalmente los estrógenos, al identificar el cáncer.

En cuanto a la exposición a hormonas exógenas, es decir las hormonas que proceden del exterior del organismo, o sea las adquiridas, los análisis retrospectivos de aquellas mujeres consumidoras de comprimidos para el control natal o de mujeres post menopáusicas que toman estrógenos, no han resultado concluyentes, aunque sin embargo existen ciertas sugerencias de que el incremento en el periodo de exposición puede aumentar el riesgo de cáncer mamario.

Los datos no justifican la no prescripción de comprimidos para el control natal, pero seria prudente limitar el periodo global de consumo todo lo que sea posible.

La administración de estrógenos a mujeres postmenopáusicas, ha creado una profunda controversia y específicamente por que el uso de estrógenos se acompaña de cáncer del endometrio uterino, por lo que se justifica plenamente tomar todas las precauciones ante la posibilidad de que el empleo prolongado de dosis elevadas y sin control periódico, puede incrementar el riesgo de cáncer mamario y por lo tanto deben conservarse al mínimo las dosis y la duración de la exposición a los estrógenos de origen exógeno.

Existen otros factores de riesgo como es el hábito obeso, que suele guardar una correlación directa positiva con el aumento del riesgo para cáncer mamario. Otro agente carcinógeno es la radiación ionizante, así por ejemplo entre los sobrevivientes de la bomba atómica, en quienes se reporto una elevad incidencia, o quienes han recibido radiación terapéutica por mastitis, así como la exposición frecuente a fluroscopía o radiografías de tórax, lo que por supuesto puede incrementar el riesgo.

El cáncer de una mama se acompaña de una probabilidad de 10% a 20% durante toda la vida, de desarrollar cáncer primario en la mama opuesta.

Los antecedentes de cáncer de endometrio uterino u ovárico, también incrementan las posibilidades que se desarrolle cáncer mamario.

Por supuesto que todos estos factores deben ser tomados en cuenta para el establecimiento de la prevención y la detección oportuna del cáncer mamario.

* Médico Jefe del Servicio de Endocrinología del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde. Profesor de la Clínica de Endocrinología en la carrera de medicina del CUCS de la UdeG.

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