Exceso de sudor
El sudor es un mecanismo normal de la piel para eliminar ciertas sustancias que el cuerpo está desechando constantemente. Sin embargo, cuando hay exceso de sudor aparecen problemas que incluso pueden afectar psicológicamente, porque ¿quién de nosotros se sentiría a gusto utilizando todo el día una ropa oscurecida por tibias humedades, o saludando con una mano eternamente mojada?
El exceso de sudor que se presenta particularmente en las axilas, las manos y los pies se le conoce como hiperhidrosis; también puede aparecer en otras zonas. Comienza cuando existe algún estímulo sobre las glándulas sudoríparas; en respuesta, éstas generan una sobreproducción de sudor. Por ello encontramos relación con estímulos tanto físicos (caminar, correr, subir escaleras, hacer ejercicio) como con situaciones de estrés (llegar a un lugar desconocido, saludar a alguien, emocionarte con alguna situación…)
Las respuestas psicológicas pueden ser variadas. En general el exceso de sudor provoca timidez, aislamiento, inhibición y rechazo al trato social. Es importante tratar este padecimiento y no tomarlo a la ligera; actualmente tiene solución con una variedad de tratamientos. La manera más sencilla es aplicar un medicamento tópico (untado) con acción secante, lo que disminuye en buena medida el problema y, en algunos casos, controlarlo.
Hoy la alternativa más eficaz es la utilización de un producto médico que actúa a nivel de los neurotransmisores que activan el sudor indeseado. Consiste en la aplicación subcutánea (por debajo de la piel) de un inhibidor del sudor en el área afectada (directamente en axilas, manos o pies) por medio de una aguja ultradelgada. Es un procedimiento que se efectúa en consultorio sin riesgos ni efectos secundarios; es suficiente con aplicarlo una o dos veces al año, según el caso.
Los beneficios del tratamiento son muchos. Como siempre, te recomendamos acudir a tu dermatólogo para que te oriente debidamente sobre el exceso de sudor.