Cirugía Abdominoplastia
La reconstrucción de la pared abdominal, abdominoplastia es una de las cirugías estéticas más comunes, porque generalmente después del embarazo el vientre queda distendido y flácido a causa de la grasa acumulada.
Con este procedí meto se logra quitar ese sobrante y deja una cicatriz pequeña en el área del bikini con el fin de dejar firmes los tejidos del abdomen bajo. El riesgo de complicaciones para este procedimiento es inferior al 5 %, los más comunes son:
Hematoma intramuscular Acumulación de sangre que aparece generalmente como respuesta corporal a una hemorragia.
- Serona. Consiste en la acumulación de líquido en la herida.
- Infección dehiscencia. Abertura espontánea de una zona que se había cerrado durante una intervención quirúrgica.
- Sufrimiento cutáneo y necrosis.
- Cicatrización anormal.
- Lesión Nerviosa.
La “abdominoplastia,” implica una cirugía y un tiempo de recuperación. Básicamente, una abdominoplastia es realizada por un cirujano, a fin de mejorar el aspecto de la zona abdominal. Una abdominoplastia implica el endurecimiento quirúrgico de los músculos en el abdomen, así como la supresión de cualquier exceso de piel que puede estar presente. El exceso de la piel impide el buen aspecto de su abdomen y es a menudo el resultado de un protuberante abdomen. Si bien hay algunas cicatrices de en la abdominoplastia, la cicatrización es mínimo y básicamente mejora el aspecto general de la región abdominal. En última instancia, los pacientes que se sienten terribles acerca de su apariencia, después de un procedimiento de abdominoplastia el paciente mejora de la confianza en sí mismo y la autoestima afecta a todos los ámbitos de su vida.
Aunque muchas personas se preocupan por los riesgos asociados con tener una abdominoplastia, las personas que han tenido anteriormente dichos procedimientos juran realizárselo por los resultados. El período de recuperación y mínima cicatrización bien merecen la mejora de la apariencia física y la mejora de la autoestima que los pacientes desarrollan después de tener un éxito del procedimiento. En esencia, lucir bien equivale a sentirse bien acerca de la propia imagen corporal. La mejora en la percepción de la propia imagen corporal, a su vez, proporciona al paciente un gran impulso en la autoestima.