Para dejar de fumar

Para que haya la mejor probabilidad de abandonar el hábito del cigarro con éxito, usted necesita saber las cosas que están en su contra, cuáles son sus opciones, y a dónde acudir para solicitar ayuda. Usted encontrará esta información en este artículo, dejar de fumar no es fácil, pero usted puede lograrlo.

Cómo los fumadores se hacen adictos a la nicotina

La nicotina produce una sensación placentera que hace que la persona quiera fumar más. También produce un efecto depresivo al interferir con el flujo de información entre las células nerviosas. A medida que el sistema nervioso se adapta a la nicotina, los fumadores tienden a aumentar el número de cigarrillos que fuman y, por lo tanto, aumenta la cantidad de nicotina en la sangre del fumador. Después de un tiempo, el fumador desarrolla una tolerancia a la droga. La tolerancia significa que se requiere de más nicotina para obtener el mismo efecto que el fumador acostumbraba a obtener de cantidades más pequeñas. Esto causa un aumento en el hábito de fumar con el pasar del tiempo. Finalmente, el fumador alcanza cierto nivel de nicotina y entonces fuma para mantener ese nivel. De hecho, al inhalarse el humo del cigarrillo, la nicotina llega más rápido al cerebro que los fármacos que se administran de forma intravenosa.

Los síntomas de abstinencia de nicotina pueden conducir a que los exfumadores a fumar nuevamente

Cuando los fumadores tratan de disminuir la cantidad de cigarrillos o dejar de fumar, la ausencia de nicotina origina síntomas de abstinencia, tanto físicos como mentales. Físicamente, el cuerpo reacciona a la ausencia de la nicotina. Mentalmente, el fumador se enfrenta a tener que dejar el hábito, lo cual requiere de un cambio importante en el comportamiento. Tanto los síntomas físicos como los mentales tienen que ser atendidos para que dé buenos resultados el proceso de dejar de fumar.

Las personas que han fumado habitualmente durante unas semanas o más, y repentinamente deja de usar el tabaco y reduce significativamente la cantidad de cigarrillos, se le presentarán síntomas de abstinencia. Por lo general, estos síntomas comienzan dentro de algunas horas después del último cigarrillo y alcanzan su mayor intensidad aproximadamente de dos a tres días más tarde cuando la mayor parte de la nicotina y sus derivados ya no están en el organismo. Los síntomas de abstinencia pueden durar por algunos días hasta varias semanas.

Los síntomas de abstinencia pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Mareos (pueden durar de uno a dos días después de dejar de fumar).
  • Depresión.
  • Sentir frustración, impaciente e ira.
  • Ansiedad.
  • Irritabilidad.
  • Trastornos del sueño, incluyendo dificultades para dormir, para mantener el sueño y soñar cosas desagradables o hasta pesadillas.
  • Dificultades para concentrarse.
  • Inquietud.
  • Dolores de cabeza.
  • Cansancio.
  • Aumento del apetito.

Estos síntomas hacen que la persona empiece a fumar de nuevo una cantidad de cigarrillos suficiente como para elevar los niveles de nicotina en la sangre al que se encontraba anteriormente, cuando aún no tenía los síntomas. En la sección “Pasos para dejar de fumar” se ofrece información sobre cómo superar los síntomas de abstinencia.

También fumar hace que su cuerpo elimine ciertos medicamentos con más rapidez de lo usual. Cuando usted dejar de fumar, cambia la manera que su cuerpo procesa algunos medicamentos. Pregúntele a su médico si cualquier medicamento que usted toma regularmente necesita ser revisado o cambiado después de dejar el hábito.

¿Por qué debo dejar de fumar?

Su salud

Los motivos de salud por lo general son las primeros en la lista de razones que las personas dan para abandonar el hábito de fumar. Ésta es una inquietud muy genuina. Aproximadamente la mitad de todos los fumadores que continúan fumando terminan muriendo de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.

¿Por qué debe dejar de fumar ahora?

Sin importar los años que tenga o el tiempo que haya fumando, el dejar de fumar le ayudará a vivir más tiempo con más salud. La gente que deja de fumar antes de los 50 años, reduce a la mitad su riesgo de morir en los próximos quince años en comparación con aquellas personas que continúan fumando. Los ex fumadores disfrutan una mejor calidad de vida con menos enfermedades relacionadas con resfriados y los virus de la gripe, reportan tener una mejor salud, así como una reducción de las tasas de bronquitis y pulmonía.

Recompensas inmediatas al dejar de fumar

Dejar de fumar ofrece algunos beneficios que usted notará inmediatamente y algunos que se desarrollarán con el paso del tiempo. Estas recompensas pueden mejorar bastante su vida diaria:

  • Mejor aliento.
  • Dientes más blancos.
  • El olor desagradable en la ropa y el cabello desaparece.
  • El color amarillento de los dedos y las uñas desaparece.
  • Puede saborear mejor los alimentos.
  • Su sentido del olfato se normaliza.
  • Las actividades que usualmente realiza no le dejarán sin aire (por ejemplo, subir escaleras, quehacer doméstico, etc.).

La posibilidad de tener una mejor salud es una razón valiosa para dejar de fumar, pero también existen otras razones.

Fumar es un hábito costoso. No es difícil descubrir cuánto dinero usted gasta en fumar: multiplique la cantidad de dinero que usted gasta cada día en tabaco por 365 (días del año). La cantidad pudiera sorprenderle. Ahora multiplique eso por el número de años que usted ha estado usando tabaco y esa cantidad probablemente le dejará atónito.

Multiplique el costo anual por 10 (los próximos 10 años) y pregúntese así mismo qué otra cosa usted podría hacer con esa cantidad de dinero.

Además, esto no incluye otros posibles gastos, como el costo más alto de los seguros de vida y salud, así como los costos médicos potenciales debido a problemas relacionados al tabaco.

Aceptación social

Actualmente, fumar es socialmente menos aceptable que en el pasado.

Casi todos los lugares de trabajo ahora tienen algún tipo de reglas, y algunos empleadores o compañías incluso prefieren contratar a personas que no fumen. Algunos estudios han demostrado que a las compañías les cuesta más emplear fumadores porque se ausentan más por enfermedad. Los empleados que se enferman más frecuentemente que los demás aumentan la necesidad del empleador de conseguir trabajadores a corto plazo que le sustituyan, lo que resulta costoso. Estos empleados ocasionan que aumenten los costos de los seguros tanto para otros empleados como para el empleador, quien a menudo paga parte de las primas de los seguros de los empleados. Además, los fumadores también pueden aumentar los costos de mantenimiento asociados con preservar los olores, pues los residuos del humo del cigarrillo se pegan a las alfombras, cortinas y otras telas.

Los arrendadores pueden optar por no alquilarles viviendas a los fumadores, puesto que los costos de mantenimiento y de los seguros pueden aumentar cuando los fumadores viven en los edificios.

Sus amigos pueden pedirle que no fume en sus casas o automóviles. En la mayoría de los edificios públicos, en los conciertos, e incluso en los eventos deportivos, no se permite fumar. Actualmente, siguen en aumento las comunidades que restringen fumar en lugares públicos, incluyendo restaurantes y bares. Ya sea que nos resulte conveniente o inconveniente, encontrar un lugar para fumar puede ser muy complicado.

Los fumadores también pueden encontrarse con que sus posibilidades de salir o involucrarse románticamente con otra persona, incluyendo el matrimonio, se limitan en gran medida a otros fumadores, quienes comprenden menos del 20% de la población adulta.

La salud de los demás

Fumar no sólo le hace daño a su salud, sino también afecta la salud de las personas que están a su alrededor. La exposición al humo de segunda mano (también conocido como humo de tabaco ambiental o inhalación pasiva) incluye el humo que se exhala, así como el que generan los cigarrillos cuando se están quemando.

Los estudios han demostrado que el humo de segunda mano causa miles de muertes cada año debido a cáncer del pulmón y enfermedades cardíacas en las personas saludables que no fuman.

Si una madre fuma, existe un riesgo mayor de que su bebé padezca de asma durante la niñez, especialmente si ella fumó mientras estaba embarazada. Además, el humo de segunda mano está asociado al síndrome de muerte infantil súbita (SIDS, por sus siglas en inglés) y al nacimiento de bebés con bajo peso. Los bebés y los niños criados en un hogar donde se fuma padecen de más infecciones del oído, resfriados, bronquitis y otros problemas pulmonares y respiratorios, en comparación con los niños de familias en las que no hay fumadores. El humo de segunda mano puede causar también irritación en los ojos, dolores de cabeza, náuseas y mareos.

Dar el ejemplo

Si tiene hijos, usted probablemente querrá darles un buen ejemplo. Cuando se les pregunta, casi todos los fumadores expresan que no quieren que sus hijos fumen. Sin embargo, los niños cuyos padres fuman tienen más probabilidades de comenzar a fumar. Si deja de fumar ahora mismo, puede convertirse en un buen modelo para ellos.

Ayuda disponible

Debido a la amplia gama de servicios de orientación, los materiales de auto-ayuda y las medicinas disponibles en la actualidad, los fumadores cuentan con más recursos que nunca para ayudarles a abandonar el hábito por siempre.

Recuerde, la adicción al tabaco es tanto física como mental. Para la mayoría de las personas, la mejor manera de dejar de fumar será una combinación de medicina, un método para cambiar los hábitos personales y apoyo emocional. Las secciones siguientes describen estos recursos y cómo pudieran serle útiles.

Ayuda con la parte mental de la adicción

Algunas personas pueden dejar de fumar por su propia cuenta, sin la ayuda de otras personas o el uso de medicamentos. Sin embargo, para la mayoría de los fumadores, puede ser difícil romper con las ataduras sociales y emocionales que conlleva dejar de fumar mientras pasan por los síntomas de abstinencia al mismo tiempo. Afortunadamente, se puede contar con muchas fuentes de apoyo, tanto de manera formal como informal.

Apoyo de la familia, los amigos y los programas para dejar de fumar

Muchos ex fumadores afirman que una red de apoyo por parte de la familia y los amigos fue muy importante durante el tiempo que estaban dejando de fumar. Las otras personas que también pueden ofrecer apoyo y motivación son los compañeros de trabajo y su médico de familia. Opte por pasar tiempo con personas que no fuman y ex-fumadores quines apoyen sus esfuerzos para dejar de fumar.

¿Qué debe esperar en un programa para dejar de fumar?

Los programas para dejar de fumar están diseñados para ayudar a los fumadores a reconocer y sobrellevar los problemas que surgen durante el tiempo en que tratan de abandonar el hábito. Además, proveen apoyo y animo para que estas personas sigan sin fumar. Los estudios han demostrado que los mejores programas incluyen orientación individual o en grupo. Existe una relación estrecha entre la frecuencia, el tiempo que la orientación dura (su intensidad) y la tasa de éxito. En general, mientras más intenso sea el programa, mayores serán las probabilidades de éxito.

Por ejemplo, la intensidad del programa puede aumentarse ofreciendo más sesiones o prolongando la duración de éstas, o bien aumentando el número de semanas en las que se proporcionan sesiones. Por lo tanto, cuando esté buscando programas para dejar de fumar, trate y busque uno que ofrezca lo siguiente:

  • Cada sesión dura alrededor de 20 a 30 minutos.
  • Se ofrecen al menos cuatro a siete sesiones.
  • El programa dura al menos dos semanas (por lo general, si dura más tiempo es mejor).

Asegúrese de que el líder del grupo haya recibido entrenamiento en cómo dejar de fumar.

Existen algunos programas con los que debe tener precaución. No todos los programas son éticos, así que tenga cuidado con aquellos que hacen lo siguiente:

  • Prometen éxito fácil y al instante, sin ningún esfuerzo de su parte.
  • Usan inyecciones o pastillas, especialmente ingredientes “secretos”.
  • Cobran un cargo muy alto (llame a la oficina local de Better Business Bureau si tiene alguna duda).
  • No están dispuestos a proveer referencias de personas que hayan tomado las sesiones.

Ayuda con la parte física de la adicción: terapia de reemplazo de nicotina y otras medicinas

Terapia de reemplazo de nicotina

Como se indicó anteriormente, la nicotina que contienen los cigarrillos hace que surja una dependencia física. Esto puede causar síntomas desagradables cuando una persona trata de abandonar el hábito. La terapia de reemplazo de nicotina proporciona la nicotina, en forma de gomas de mascar o chicles, parches, aerosol, inhaladores o pastillas de nicotina para chupar (grageas o losanges de nicotina), sin los otros químicos dañinos del tabaco. Esta terapia puede aliviar algunos de los síntomas de tal forma que usted pueda concentrarse en los aspectos psicológicos (emocionales) que causa abandonar el cigarrillo.

Cómo funciona la terapia de reemplazo de nicotina

La terapia de reemplazo de nicotina (NRT, por sus siglas en inglés) puede ayudarle con los síntomas de abstinencia difíciles y los deseos de fumar, única razón por la cual del 70% al 90% de los fumadores expresan que no pueden dejar el cigarrillo. Cuando se usa la NRT, se disminuyen los síntomas de abstinencia.

Aunque muchos fumadores pueden dejar de fumar sin usar la NRT, la mayoría de los que tratan de dejar el hábito no lo puede hacer en el primer intento. De hecho, los fumadores por lo general necesitan hacer muchos intentos (algunas veces tantos como 8 a 10) antes de que puedan dejar el hábito por siempre.

La falta de éxito está a menudo relacionada con la aparición de los síntomas de abstinencia, y la mayoría de las personas que intentan dejar el hábito comienza a fumar nuevamente dentro de los primeros tres meses de haber dejado el hábito. Así que no se desanime si empieza a fumar de nuevo. Simplemente trate de dejarlo nuevamente y haga que su intento sea más exitoso al añadir otro método o técnica que le ayude a cesar. Con la terapia de reemplazo de nicotina, usted puede reducir los síntomas de la abstinencia y disminuir el impacto de esto síntomas con técnicas de apoyo. Esto ofrece una mejor probabilidad de dejar de fumar y no volver al hábito.

Métodos para obtener el máximo resultado con el reemplazo de nicotina

Debido a que la terapia de reemplazo de nicotina (NRT) trata únicamente la adicción física, no se espera que se use como único método para ayudar al fumador. Usted debe combinarlo con otros métodos que ayuden con la parte psicológica (emocional y habitual), por ejemplo, un programa para dejar de fumar. Los estudios han demostrado que, cuando se combina el reemplazo de nicotina con apoyo psicológico para cambiar el comportamiento, se pueden duplicar sus probabilidades de abandonar el hábito y no volver a fumar.

La US Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) Clinical Practice Guideline on Smoking Cessation recomendó en el año 2000 la terapia de reemplazo de nicotina para todos los adultos fumadores, excepto para las embarazadas y las personas que padecen de enfermedades del corazón o del sistema circulatorio. Sin embargo, datos recientes sugieren que la terapia de reemplazo de nicotina (específicamente el parche de nicotina) puede usarse con seguridad bajo la supervisión del doctor, incluso por personas con enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos (cardiovascular). Estos estudios han reportado que los beneficios de dejar de fumar sobrepasan los riesgos de la terapia de reemplazo de nicotina en pacientes con enfermedad cardiovascular. Cuando se analizan estas situaciones, los beneficios de dejar de fumar tienen que superar los riesgos potenciales a la salud de la NRT en cada persona. Hasta el momento, no existe suficiente evidencia que sea contundente a favor o en contra para recomendar el uso de la NRT en las mujeres embarazadas. Las fumadoras que estén embarazadas deben consultar a su doctor antes de usar los tratamientos de reemplazo de nicotina de venta sin receta.

El mejor tiempo para comenzar la terapia de reemplazo de nicotina es cuando usted deja de fumar por primera vez. Muchos fumadores se preguntan si es posible comenzar un programa de reemplazo de nicotina mientras aún están fumando. Actualmente, las compañías que hacen los productos de NRT indican que éstos no se deben usar si usted sigue fumando. Se está llevando a cabo algo de investigación con fumadores que usan la terapia de reemplazo de nicotina mientras fuman, pero los resultados aún son muy prematuros para saber si esto es peligroso para la salud. Lo más importante es asegurarse de que usted no está recibiendo una sobre dosis de nicotina, lo que puede afectar su corazón y en su circulación sanguínea. Si usted desea tratar de fumar y usar la terapia de reemplazo de nicotina mientras va disminuyendo el uso de cigarrillos, lo más seguro es estar bajo el cuidado de un doctor.

No obstante, a menudo los fumadores intentan dejar de fumar primero por sí mismos, y luego deciden probar la terapia de reemplazo de nicotina por un día o más hasta dejar de fumar. Este método no ofrece la probabilidad más alta de éxito, pero no deje que eso le desanime. Hay todavía muchas opciones disponibles para dejar el hábito y mantenerse sin fumar.

Note que la NRT aún no ha sido probada para ayudar a las personas que fuman menos de 10 cigarrillos por día. Puede que usted quiera hablar con su médico sobre una dosis más baja de NRT si usted fuma menos de una cajetilla por día, pero entiende que necesita reemplazo de nicotina.

¿Cuando debe comenzar a usar terapia de reemplazo de nicotina?

Usted podrá empezar a usar la NRT tan pronto haya dejado de fumar su último cigarrillo. No es necesario que espere cierta cantidad de tiempo para colocarse un parche o para comenzar a utilizar el chicle, las pastillas para chupar, el aerosol o el inhalador. Debe revisar doblemente esta información con las instrucciones sobre el método que haya escogido para el reemplazo de nicotina, pero en general no es necesario esperar para comenzar a utilizar la terapia de reemplazo de nicotina.

¿Cómo sé si soy un fumador leve, habitual o excesivo?

Algunos productos de NRT hacen sus recomendaciones según la clase de fumar que usted sea. Sin embargo, no existe formalmente una clasificación de libro de texto ni de algún grupo que defina a un fumador leve, habitual o excesivo. En general, un fumador leve es alguien que fuma menos de 10 cigarrillos al día. Alguien que fuma una cajetilla o más al día es un fumador excesivo. Un fumador habitual se encuentra entre el fumador leve y el fumador excesivo.

Algunas veces un médico usará el término un año cajetilla para describir por cuánto tiempo y cuánto una persona ha fumado. Un año cajetilla se define como el número de cajetillas de cigarrillos que una persona ha fumado cada día multiplicada por el número de años que él o ella ha fumado. Debido a que una cajetilla contiene 20 cigarrillos, una persona que ha fumado 20 cigarrillos al día por un año se considera que ha fumado un año cajetilla. Alguien que haya fumado 30 cigarrillos al día (1½ cajetillas) por tres años, ha fumado 4.5 años cajetilla (1½ x 3), y así sucesivamente. Ésta es solo otra manera de determinar cuán elevado pudiera ser su riesgo de una enfermedad relacionada con el hábito de fumar.

Tipos de terapia de reemplazo de nicotina

La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado cinco tipos de terapia de reemplazo de nicotina:

Los parches de nicotina (sistemas transdérmicos de nicotina): los parches proveen una dosis medida de nicotina a través de la piel. Usted se desacostumbra de la nicotina al cambiar a parches que contienen una dosis más baja de por un curso de varias semanas. Los parches pueden comprarse tanto con receta, como sin ella. Existen muchos tipos de parches de diferentes concentraciones en el mercado. En el paquete se ofrecen instrucciones sobre cómo usar el producto, así como consideraciones especiales y la descripción de los posibles efectos secundarios.

El parche de 16 horas funciona bien para las personas que fuman poco y para el fumador promedio. Además, este parche tiende a causar menos efectos secundarios, tales como irritación de la piel, palpitaciones aceleradas, dificultades para dormir y dolor de cabeza. Sin embargo, no provee nicotina durante la noche, por lo que puede que no sea útil para aquellos con síntomas de la abstinencia que se presentan temprano en la mañana.

El parche de 24 horas provee una dosis constante de nicotina, lo que evita las altas y bajas. Este tipo de parche alivia los síntomas de abstinencia que ocurren temprano en la mañana. Sin embargo, puede producir más efectos secundarios, tales como interrupciones del patrón de sueño e irritación de la piel.

Según la corpulencia de la persona, la mayoría de los fumadores debe empezar usando un parche de máxima concentración (15-22 mg de nicotina) diariamente durante cuatro semanas, y después un parche de menor concentración (5-14 mg de nicotina) por otras cuatro semanas. El parche debe colocarse por la mañana en un área limpia y seca de la piel que no tenga mucho vello. Debe colocarse entre el cuello y la cintura, por ejemplo, en la parte superior del brazo o en el pecho. La

Food and Drug Administration(FDA) recomienda usar el parche por un total de tres a cinco meses.

Los efectos secundarios están relacionados con:

  • La dosis de nicotina.
  • La marca del parche.
  • Las características de la piel (tales como la tendencia de la persona de padecer de una reacción de la piel a causa del parche).
  • El tiempo que se use el parche.
  • La forma de aplicar el parche.


Algunos efectos secundarios que pudieran ocurrir con el parche de nicotina:

  • Irritaciones de la piel, tales como enrojecimiento y picazón.
  • Mareos.
  • Palpitaciones aceleradas.
  • Dificultades para dormir o sueños inusuales.
  • Dolor de cabeza.
  • Náusea.
  • Vómitos.
  • Rigidez y dolor muscular.


Medidas que puede tomar en relación con los efectos secundarios:

  • No fume mientras está usando un parche.
  • Intente una marca de parches diferente, si se le irrita la piel.
  • Reduzca la cantidad de nicotina usando un parche de dosis más baja.
  • Las dificultades para dormir pueden presentarse por un corto tiempo, y desaparecen al cabo de tres a cuatro días. Si no es así (y usted está usando un parche de 24 horas), intente cambiarse a un parche de 16 horas.
  • Deje de usar el parche e intente una terapia diferente de reemplazo de nicotina.

Goma de mascar o chicle de nicotina (polacrilex de nicotina):

la goma de mascar es una forma de reemplazo de acción rápida, en la que la nicotina se absorbe a través de la membrana mucosa de la boca. Usted puede comprarla sin receta. El chicle está disponible en concentraciones de 2 mg y 4 mg.

Para obtener mejores resultados, siga las instrucciones que vienen en el paquete. Masque el chicle lentamente hasta que note un sabor a pimienta. Deje de mascar y manténgalo a un lado de la boca, repitiendo este proceso aproximadamente de 20 a 30 minutos. La comida y los líquidos que consuma pueden afectar la absorción de la nicotina. Debe evitar las comidas ácidas y las bebidas tales como café, jugos y refrescos, por lo menos 15 minutos antes y durante el uso de la goma de mascar.

Si usted consume una cajetilla o más al día, fuma durante los primeros 30 minutos después de despertarse o le resulta difícil no fumar en áreas restringidas, tal vez necesite empezar con la dosis más alta, un chicle de 4 mg. No mastique más de 20 chicles al día. Por lo general, se recomienda utilizar este método de uno a tres meses, hasta un máximo de seis meses. Disminuir progresivamente la cantidad de goma de mascar puede ayudarle a dejar de usarlo.

Si usted tiene una piel sensible, es posible que prefiera la goma de mascar en vez del parche.

Otra de las ventajas del chicle de nicotina consiste en que le permite controlar las dosis de nicotina. El chicle puede mascarse cuando sea necesario o en un horario fijo durante el día. La investigación más reciente indica que la dosificación programada funciona mejor. Es común un programa que consista en uno o dos chicles por hora. Por otra parte, con un horario de uso según sea necesario, usted puede mascar cuando más lo necesite (cuando sienta deseos de fumar).

Algunos efectos secundarios que pudieran ocurrir con el chicle de nicotina:

 

  • Mal sabor.
  • Irritación de la garganta.
  • Llagas en la boca.
  • Hipo.
  • Náusea.
  • Molestia en las mandíbulas.
  • Palpitaciones aceleradas.


Los síntomas relacionados con el estómago y la mandíbula suelen ser causados por el uso incorrecto del chicle, por ejemplo, tragarse la nicotina o mascar el chicle demasiado rápido. La goma de mascar también daña las dentaduras y el trabajo dental.

La necesidad de usarla a largo plazo es una de las posibles desventajas de la goma de mascar de nicotina. De hecho, las investigaciones han demostrado que del 15% al 20% de las personas que usan el chicle y logran dejar de fumar continúan utilizándolo durante un año o más. Aunque el tiempo máximo recomendado para el uso de este método es de seis meses, es probable que continuar usando el chicle sea más seguro que empezar a fumar de nuevo. Sin embargo, debido a que existen pocos estudios sobre los efectos del uso prolongado del chicle de nicotina en la salud, la mayoría de los médicos continúa recomendando que su uso se limite a seis meses.

El aerosol nasal de nicotina:

el aerosol nasal suministra nicotina a la sangre a medida que se absorbe rápidamente por la nariz. Sólo puede obtenerse con receta médica.

El aerosol nasal alivia muy rápidamente los síntomas de la abstinencia y le permite controlar sus deseos de fumar. Por lo general, a los fumadores les gusta el aerosol nasal ya que es fácil de usar. Sin embargo, la Food and Drug Administration advierte que debido a que este producto contiene nicotina, puede hacer que la adicción continúe. La FDA recomienda que se prescriba para usarse en períodos de tres meses y que no se use por más de seis meses.

Los efectos secundarios más comunes, que persisten de una a dos semanas, pueden incluir los siguientes:

 

  • Irritación nasal.
  • Goteo nasal.
  • Ojos llorosos.
  • Estornudos.
  • Irritación de la garganta.
  • Tos.

También existe el peligro de uso de una dosis excesiva. Si padece de asma, alergias, pólipos nasales o problemas de sinusitis, su médico puede recomendarle otra forma de reemplazo de nicotina.

Inhaladores de nicotina:

sólo pueden obtenerse con receta médica. El inhalador de nicotina es un tubo plástico y delgado que tiene una cápsula de nicotina. Al usar el inhalador, el vapor de nicotina sale por la cápsula. A diferencia de otros inhaladores, que suministran la mayor parte del medicamento a los pulmones, el inhalador de nicotina suministra la mayor parte del vapor de nicotina a la boca. El inhalador de nicotina el un método de reemplazo de nicotina aprobado por la FDA que más se parece a fumar un cigarrillo, lo que algunos fumadores encuentran útil.

La dosis recomendada es entre seis a 16 cartuchos al día, hasta un máximo de seis meses.

Los efectos secundarios que produce comúnmente este inhalador, especialmente cuando se usa por primera vez, incluyen:

 

  • Tos.
  • Irritación de la garganta.
  • Problemas estomacales.


Actualmente, los inhaladores son la forma de terapia de reemplazo de nicotina más costosa. No son lo mismo que los cigarrillos electrónicos, los cuales no han demostrado en estudios clínicos que ayuden a dejar de fumar, y los cuales no han sido aprobados por la FDA (consulte la sección “Otros productos de nicotina/tabaco que no han sido examinados o aprobados por la FDA”).

Pastillas de nicotina para chupar (grageas o losanges de nicotina): las pastillas para chupar que contienen nicotina que se venden sin receta para dejar de fumar son la forma más nueva de terapia de reemplazo de nicotina en el mercado. Al igual que la goma de mascar, las pastillas para chupar Commit® vienen en dos concentraciones: 2 mg y 4mg. Los fumadores escogen sus dosis según el tiempo que normalmente les tome encender el primer cigarrillo después de haberse levantado en las mañanas.

Los fabricantes de estas pastillas recomiendan usarlas como parte de un programa de 12 semanas. La dosis recomendada es una pastilla cada una a dos horas durante seis semanas, luego una pastilla cada dos a cuatro horas durante de siete a nueve semanas, y finalmente, una cada cuatro a ocho horas por 10 a 12 semanas. Además, los fabricantes recomiendan lo siguiente:

  • Deje de fumar completamente cuando comience a usar las pastillas.
  • No coma ni beba por 15 minutos antes de usar las pastillas (algunas bebidas pueden afectar la eficacia de las pastillas).
  • Chupe la pastilla hasta que se disuelva completamente, alrededor de 20 a 30 minutos. No muerda o mastique la pastilla como si fuera un dulce duro, ni tampoco se la trague. La medicina se observe a través de los tejidos de la boca.
  • No use más de cinco pastillas en seis horas, o más de 20 pastillas en total por día.
  • Deje de usar las pastillas después de 12 semanas. Si después de este tiempo, usted siente que necesita usarla, consulte a su médico.
  • No use las pastillas si usted continúa fumando, masticando tabaco, inhalando tabaco en polvo (rapé) o cualquier otro producto que contenga nicotina (por ejemplo: el parche de nicotina o la goma de mascar).

Los efectos secundarios que pudieran ocurrir con las pastillas de nicotina para chupar incluyen:

  • Problemas para dormir.
  • Náusea.
  • Hipo.
  • Tos.
  • Acidez estomacal.
  • Dolor de cabeza.
  • Flatulencia (gases).

¿Cuál es el tipo de terapia de reemplazo de nicotina pudiera ser apropiada para usted?

No existe evidencia de que un tipo de terapia de reemplazo de nicotina sea mejor que otro. Al elegir el tipo de sustituto de nicotina que usted vaya a usar, analice cuál será el método que se ajusta mejor a su estilo de vida y a su patrón de fumar. ¿Quiere algo para mascar o para ocupar las manos? ¿Prefiere la conveniencia de un método que se use una vez al día?

Algunos asuntos importantes que debe considerar incluyen:

 

  • El chicle de nicotina, las pastillas para chupar y los inhaladores son sustitutos que puede colocar dentro de su boca y que permiten manejar su dosis para ayudarle a controlar mejor los deseos de fumar.
  • Estos productos generalmente no tienen contenido de azúcar, pero si tiene diabetes y no está seguro sobre algo, verifique con el fabricante del producto.
  • El aerosol nasal de nicotina funciona rápidamente cuando usted lo necesita.
  • Los inhaladores de nicotina le permiten a la persona simular el uso de cigarrillo, pues se toman en la mano y se aspiran como si fueran cigarrillos.
  • Los parches de nicotina son convenientes y sólo tienen que aplicarse una vez al día.
  • Tanto los inhaladores como los aerosoles nasales requieren una receta médica.
  • Es posible que algunas personas no puedan usar los parches, los inhaladores o los aerosoles nasales debido a alergias u otras condiciones.

Independientemente del tipo que use, aplique la NRT en la dosis recomendada y por el tiempo recomendado. Si usa una dosis diferente o deja de usarla demasiado pronto, no se debe esperar que funcione como debiera. Si usted es un fumador excesivo o una persona que fuma muy poco, puede que quiera hablar con su médico sobre si su dosis de NRT se debe cambiar para ser ajustarla mejor a su situación.

Combinación del parche y otros productos de reemplazo de nicotina: el uso del parche de nicotina con los productos de menos acción, como el chicle, las pastillas para chupar, el aerosol o el inhalador, es otro método de terapia de reemplazo de nicotina. La idea es proveer una dosis de nicotina constante con el parche y usar uno de los productos de menos acción cuando usted tenga fuertes ansias de fumar.

En los pocos estudios que se han hecho sobre la combinación de NRT usada en la manera descrita anteriormente, se ha encontrado que puede funcionar mejor que un solo producto. Aun así, se necesitan más investigaciones para probar esto y para encontrar dosis seguras y eficaces. El uso combinado de los productos de reemplazo de nicotina todavía no ha sido aprobado por la FDA. Si usted está considerando el uso de más de un producto de reemplazo de nicotina en conjunto, asegúrese de hablar primero sobre esto con su médico.

Terapia de reemplazo de nicotina de altas dosis para fumadores excesivos: otra opción de NRT consiste en administrar a los fumadores altas dosis según la cantidad de nicotina que ellos han estado recibiendo de los cigarrillos. A veces este método requiere de dosis mayores de reemplazo de nicotina de las que se han estado usando antes. La terapia de reemplazo de nicotina de altas dosis con parches ha sido estudiada en pacientes que reciben de 35 a 63 mg de nicotina al día. La investigación sugiere que los síntomas que surgen al abstenerse de fumar desaparecen con estas dosis mayores y que sus deseos de fumar se reducen sin ningún efecto adverso al corazón y a la circulación sanguínea. Los pacientes fueron cuidadosamente supervisados en estos estudios para asegurarse de que se encontraban bien y que no estaban agravando su salud. Aún ésta es una nueva opción que debe considerarse sólo bajo la orientación y supervisión médica.

Cómo descontinuar la terapia de reemplazo de nicotina

Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las terapias de reemplazo de nicotina deben usarse por periodos de tiempo limitados. Su uso debe ir disminuyendo a una dosis baja antes de suspender la NRT. Actualmente se realizan estudios para refinar el uso de las terapias de reemplazo de nicotina. Por ejemplo, aun cuando el parche usualmente se usa por tres a cinco meses, algunos estudios han sugerido que funciona tan eficazmente como cuando se usa por ocho semanas o menos. Sin embargo, otros investigadores han notado que el riesgo de recaída aumenta cuando se suspende el reemplazo de nicotina, aun cuando se ha usado por cinco meses. Estas diferencias no han sido explicadas por completo. Se necesitan más estudios para saber qué fumadores tienen más probabilidad de tener éxito usando la terapia de reemplazo de nicotina por menos o más tiempo de lo usual. Si usted cree que necesita una terapia de reemplazo de nicotina por un periodo de tiempo diferente a lo recomendado, lo mejor es consultar con su médico sobre este asunto.

Bupropión (Zyban®)

El bupropión (Zyban®) es un antidepresivo de acción prolongada que se adquiere con receta médica y que reduce los síntomas de abstinencia de nicotina. No contiene nicotina. Este medicamento actúa sobre los agentes químicos del cerebro que están relacionados con los deseos de fumar. Puede usarse por sí solo o junto con la terapia de reemplazo de nicotina. El bupropión funciona mejor si se comienza una o dos semanas antes de que deje de fumar. La dosis normal es una o dos tabletas de 150 mg por día.

Este medicamento no debe usarse si usted en algún momento ha consumido alcohol en grandes cantidades, presentando convulsiones, lesiones graves en la cabeza, enfermedad bipolar (maníaco-depresivo), anorexia o bulimia (trastornos de alimentación).

Algunos médicos puede que recomienden la combinación de terapia con medicamentos para los fumadores con una gran adicción, como el uso de bupropión junto con un parche de nicotina y/o un producto de breve duración de reemplazo de nicotina, como gomas de mascar (chicles) o pastillas para chupar (losanges). La combinación funciona mejor en algunas personas en comparación con un solo método.

Vareniclina (Chantix™)

La vareniclina (Chantix™) es un medicamento más reciente que requiere receta y que fue desarrollado para ayudar a la gente a que deje de fumar. Funciona al interferir con los receptores de nicotina en el cerebro. Esto significa que tiene dos efectos: reduce los efectos físicos de placer que una persona experimenta al fumar, y reduce los síntomas de abstinencia de nicotina.

Varios estudios han reportado que la vareniclina puede incluso más que duplicar las probabilidades de dejar de fumar. Algunos estudios también descubrieron que funciona mejor que el bupropión, al menos al corto plazo.

La vareniclina se ingiere en forma de pastilla y se toma después de las comidas con un vaso completo de agua. La dosis diaria aumenta por los primeros ocho días, comenzando con una pastilla de 0.5 mg al día por los primeros tres días, y luego una pastilla de 0.5 mg dos veces al día por los próximos cuatro días. Al comienzo de la segunda semana, la dosis aumenta a 1 mg cada mañana y tarde. Para las personas que presentan problemas con la dosis más alta, se puede usar una dosis más baja durante el esfuerzo para dejar de fumar. La vareniclina se administra por 12 semanas, aunque las personas que dejan de fumar durante ese tiempo pudieran recibir otro tratamiento de 12 semanas para reforzar la probabilidad de mantenerse sin fumar.

Los efectos secundarios reportados de la vareniclina incluyen dolores de cabeza, náusea, vómito, problemas para dormir, sueños inusuales, flatulencia (gases) y cambios en el gusto (sabor). Además, han surgido más informes recientes que reportan estados depresivos, pensamientos suicidas, intentos de suicidios y cambios en el comportamiento de las personas que toman vareniclina. Las personas que presentan estos problemas deben comunicarse inmediatamente con sus médicos. Aunque estos efectos secundarios pueden ocurrir, por lo general la vareniclina se tolera bien.

Debido a que la vareniclina es un medicamento más reciente, no se ha llevado a cabo la investigación para determinar si su uso es seguro junto con los productos de reemplazo de nicotina. Sin embargo, la compañía que produce vareniclina notó que las personas que usan esta medicina junto con la terapia de reemplazo de nicotina presentan más efectos secundarios, tal como náuseas y dolores de cabeza.

Otros medicamentos que no han sido aprobados por la FDA para ayudar a dejar de fumar

Para aquellas personas que no pueden usar ninguno de los medicamentos aprobados por la FDA para ayudarles a dejar el hábito de fumar, o para aquellas que han usado esos medicamentos y no han podido dejar de fumar existen otros que han demostrado ser promisorios en estudios de investigación. Éstos son recomendados por la Agency for Healthcare Research and Quality para esta clase de uso, pero no han sido aprobados por la FDA con este propósito y son usados como “no autorizados” (Vea nuestro documento disponible en inglés Off Label Drug Use para más información). Estos medicamentos sólo están disponibles con una receta y no se recomiendan para fumadoras embarazadas, o personas que fuman menos de 10 cigarrillos al día.

Nortriptilina

Éste es un medicamento antidepresivo que lleva más tiempo usándose. Cuando se usa en grupos de fumadores, se ha encontrado que duplica las probabilidades de dejar de fumar con éxito. El fumador comienza este medicamento de 10 a 28 días antes de dejar de fumar para permitir que alcance un nivel estable en el cuerpo.

Cuando se levantan, algunas personas presentan efectos secundarios, tal como aceleración del ritmo cardíaco, visión borrosa, dificultad para orinar, boca seca, estreñimiento, aumento o pérdida de peso y baja presión arterial. Este medicamento puede afectar su capacidad para conducir u operar maquinaria, y existen ciertos medicamentos que no se pueden usar con la nortriptilina.

Asegúrese que su médico y farmacéutico sepan exactamente qué está tomando antes de comenzar esta medicina. Además, asegúrese de saber cómo tomar la medicina y cómo disminuirla cuando esté listo para suspenderla. La dosis de nortriptilina tiene que reducirse gradualmente, ya que el medicamento no se puede suspender repentinamente sin la posibilidad de que surjan efectos graves. La medicina tiene que usarse con precaución en personas con enfermedades cardiacas.

Clonidina

La clonidina es también un medicamento que lleva más tiempo usándose y que ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento de alta presión arterial. Cuando se usa para dejar de fumar, se puede administrar en forma de pastilla dos veces al día o como un parque de piel una vez a la semana. En un estudio de fumadores excesivos cuyos intentos previos para dejar de fumar no fueron exitosos, el grupo tratado con clonidina duplicó sus probabilidades de éxito al dejar de fumar en comparación con el grupo de control (que recibió una pastilla falsa) al final de cuatro semanas.

Asegúrese que su médico y farmacéutico sepan exactamente qué está tomando antes de comenzar esta medicina. Los efectos secundarios más comunes de la clonidina son estreñimiento, mareos, somnolencia , boca seca y cansancio o debilidad inusual . En raras ocasiones se presentan efectos secundarios más graves, tal como reacciones alérgicas, ritmo cardiaco lento, y presión sanguínea muy alta o muy baja. Es posible que su médico quiera supervisar su presión sanguínea mientras usted toma este medicamento. Además, este medicamento puede afectar su capacidad para conducir u operar maquinaria.

La clonidina puede comenzarse hasta tres días antes de dejar de fumar, pero también puede iniciarse el día que dejar de fumar. Al igual que la nortriptilina, no debe suspenderse repentinamente. La dosis tiene que ser reducida por un periodo de dos a cuatro días para prevenir un rápido incremento en la presión sanguínea, agitación, confusión o temblores.

 

Otros métodos para dejar de fumar

Puede que otras herramientas también ayuden a algunas personas, aunque no existe evidencia contundente de que puedan incrementar sus probabilidades de dejar de fumar.

Hipnosis

Los métodos de hipnosis varían mucho, lo que hace difícil estudiarla como una manera para dejar de fumar. En general, las revisiones que analizan los estudios de la hipnosis para ayudar a las personas a dejar de fumar no la han apoyado como un método de cesación que funciona. Aun así, algunas personas encuentran que la hipnosis es útil. Si le interesa probar este método, pregúntele a su médico si le puede recomendar un buen hipnoterapeuta.

Acupuntura

Este método ha sido usado como método para abandonar el hábito, pero existen poca evidencia que muestre su eficacia. Cuando se hace la acupuntura para dejar de fumar, usualmente se emplea en ciertas partes de las orejas. Aunque existen indicios de que la acupuntura pudiese reducir el deseo de fumar, aún no existe una evidencia sólida de que éste sea un método realmente eficaz para dejar de fumar. (Para más información, vea nuestro documento Acupuncture).

Terapia por láser de nivel bajo

Esta técnica, también conocida como rayos fríos láser, se relaciona con la acupuntura. Los rayos fríos láser a veces son usados en la acupuntura, con rayos láser que estimulan los puntos de acupuntura del cuerpo en lugar de usar agujas. El tratamiento se supone que relaja al fumador y libera endorfinas (sustancias para aliviar el dolor que son producidas naturalmente por el organismo) para imitar los efectos de la nicotina en el cerebro, o equilibrar la energía del cuerpo para aliviar la adicción. No obstante las declaraciones de éxito de algunos proveedores de esta terapia de rayos fríos láser, no existe evidencia científica que demuestre que este sea un método efectivo para ayudar a que las personas dejen de fumar (consulte el documento disponible en inglés de la ACS sobre terapia de rayos fríos láser).

Filtros

Los filtros que reducen el alquitrán y la nicotina en los cigarrillos generalmente no son eficaces. Los estudios demuestran que los fumadores que utilizan filtros en realidad tienden a fumar más.

Productos disuasivos del tabaco

Otros métodos han sido usados para ayudar a dejar de fumar, tal como productos que se adquieren sin receta que cambian el sabor del tabaco, dietas para dejar el hábito que controlan los deseos de fumar, así como las combinaciones de vitaminas. Actualmente, hay poca evidencia científica que indique que estos esfuerzos funcionen.

Hierbas y suplementos

Existe poca evidencia científica que apoye el uso de productos homeopáticos y suplementos herbarios como métodos para dejar de fumar. Debido a que están mercadeados como suplementos dietéticos (contrario a los medicamentos), no necesitan la aprobación de la FDA para ser vendidos. Los fabricantes no tienen que probar que son eficaces o seguros. Asegúrese de leer detenidamente la etiqueta de cualquier producto que indique que le ayudará a dejar de fumar. Ningún suplemento dietético ha probado ser eficaz en ayudar a las personas a dejar de fumar. La mayoría de estos suplementos son combinaciones de remedios a base de hierbas, pero no nicotina. Éstos no han probado que pueden ayudar a las personas a dejar el hábito.

Terapia de combinación de atropina y escopolamina

Unas pocas clínicas especializadas en dejar el hábito ofrecen un programa a base de inyecciones de los medicamentos de atropina y escopolamina, algunas veces con otros medicamentos, para ayudar a reducir los síntomas al abstenerse de fumar. Estos medicamentos bloquean la acción de la acetilcolina, un trasmisor de señal en el sistema nervioso. Estos medicamentos, llamados anticolinérgicos, son recetados con más frecuencia por otras razones, tales como por problemas del sistema digestivo, mareos o la enfermedad de Parkinson. Las mujeres embarazadas o las personas con problemas cardiacos, glaucoma o hipertensión arterial que no esté bajo control, no se les permite que participen en estos programas.

El tratamiento normalmente involucra inyecciones que se administran en la clínica en un día, seguido por algunas semanas con pastillas y parches que se ponen detrás del oído. Puede que se necesiten otros medicamentos para aliviar los efectos secundarios. Entre los efectos secundarios de este tratamiento se incluye mareo, estreñimiento, resequedad en la boca, cambios en el sentido del gusto y el olfato, problemas al orinar y visión borrosa.

Algunas clínicas reportan altas tasas de éxito, pero la evidencia científica publicada no apoya estas declaraciones. Tanto la atropina como la escopolamina están aprobadas por la FDA para otros usos, y no han sido formalmente estudiadas o aprobadas para ayudar a dejar de fumar. Antes de comenzar un programa como éste, puede que quiera preguntar a la clínica la tasa de éxito a largo plazo (hasta un año). Estos medicamentos están dirigidos sólo al aspecto físico para dejar el hábito. Por lo tanto, puede que también quiera preguntar si el programa incluye asesoría u otros métodos dirigidos a los aspectos psicológicos asociados con dejar de fumar.

 

Otros productos de nicotina/tabaco que no han sido examinados o aprobados por la FDA

Pastillas para chupar (losanges) y bolsitas que contienen tabaco

Las pastillas para chupar que contienen tabaco, (Ariva®, Interval®), y las bolsitas que contienen tabaco (Revel®, Exalt®) se han estado vendiendo como otras maneras para que los fumadores obtengan la nicotina en los lugares donde se prohíbe fumar. La FDA ha dictaminado que estos tipos de productos de tabaco de consumo oral son como el tabaco de mascar y el tabaco en polvo (rapé), y no productos que ayudan a dejar de fumar. Esto significa que la FDA no tiene autoridad sobre ellos. No existe evidencia que indique que estas pastillas pueden ayudar a una persona a dejar de fumar. Contrario a los tratamientos que han sido probados científicamente con efectos conocidos, tal como los productos de reemplazo de nicotina, los antidepresivos, los bloqueadores del receptor de nicotina o la terapia de conducta, estos productos de tabaco de consumo oral nunca han sido probados rigurosamente para determinar si pueden ayudar a las personas a dejar el tabaco.

Sabemos que los productos de tabaco de consumo oral, tal como el tabaco de mascar y el tabaco en polvo (rapé), contienen carcinógenos. Estos productos causan cáncer de la boca y enfermedad en las encías. Además, destruyen las cavidades óseas alrededor de los dientes y pueden causar la pérdida de éstos. Existen estudios que muestran los efectos dañinos potenciales al corazón y a la circulación, así como los riegos aumentados a otros tipos de cáncer. Además, causan mal aliento y manchan los dientes.

Cigarrillos electrónicos

En el año 2004, una compañía china comenzó a fabricar el “cigarrillo de suministro recargable” que contaba con una pequeña batería y un microchip. Fue diseñado para asemejarse a un cigarrillo, incluyendo la punta combustionándose. Cuando el usuario fuma de este cigarrillo electrónico, el sistema suministra un rocío líquido con saborizantes y nicotina que puede asemejarse un poco al humo. El fumador lo inhala como si se tratase del humo del cigarrillo, y así la nicotina es absorbida por los pulmones.

El cigarrillo electrónico es comercializado con cartuchos de nicotina en varios sabores. Actualmente varias marcas y variedades de este dispositivo se venden en los EE.UU. En este país, el cigarrillo electrónico por lo general se maneja como un producto para que el fumador tenga acceso a nicotina en lugares donde fumar no está permitido, aunque puede que algunos lo utilicen como un método para dejar de fumar. Los cartuchos se comercializan en distintas dosis de nicotina, desde dosis elevadas hasta sin nicotina en absoluto.

El cigarrillo electrónico no tiene estudios clínicos que le respalden como método que podría ser útil para dejar de fumar. No hay estudios clínicos que se hayan registrado ante la FDA para este fin. Hasta inicios del año 2009, la FDA no ha dictaminado si los cigarrillos electrónicos pueden considerarse como dispositivos médicos, pero se encuentra investigando esta cuestión. Puede que también surjan interrogantes sobre qué tan seguro sea inhalar algunos de los saborizantes y sustancias químicas en el rocío de nicotina que es absorbido por los pulmones. Incluso las sustancias que son seguras para comer, pueden ser perjudiciales para los delicados tejidos pulmonares.

Como otras formas de nicotina, los cigarrillos electrónicos y cartuchos de nicotina pueden ser tóxicos para niños y mascotas, y también pueden representar un riesgo de que se ahoguen al tragarse accidentalmente.

Paletas de nicotina y bálsamos labiales

En el pasado, algunas farmacias en los Estados Unidos estuvieron vendiendo un producto conocido como “paleta de nicotina”. Estas paletas a menudo contenían una sustancia llamada salicilato de nicotina con un endulzante. La Food and Drug Administration (FDA) no ha aprobado el uso del salicilato de nicotina para fines farmacéuticos. La FDA le instruyó a las farmacias que dejaran de vender las paletas y los bálsamos labiales de nicotina en Internet y catalogó a estos productos como “ilegales”. La FDA también indicó que “esos productos que parecen dulces presentan un riesgo de uso accidental por los niños”.

Es posible que otros productos como éstos para dejar de fumar no contengan salicilato de nicotina, por lo que pudieran ser legales. No obstante, de todos modos representan un riesgo para los niños si no tienen etiquetas adecuadas y no se guardan con seguridad.

Agua y galletas de nicotina

Estos productos han sido anunciados como una manera de obtener nicotina en lugares donde no se permite fumar. Éstos no se han mercadeado como productos que ayudan a dejar de fumar. Se ha cuestionado la seguridad de estos productos. Algunas de estas formulas pueden ser bastante peligrosas si son tomabas accidentalmente por niños o mascotas. Por lo tanto, deben ser guardadas cuidadosamente.

Información sobre las tasas de éxito para dejar de fumar

Antes de usar un reemplazo de nicotina o registrarse en una clase o un programa para dejar de fumar, puede ser que usted se pregunte cuál es la tasa de éxito de éstos. Por muchas razones, resulta difícil determinar las tasas de éxito Primero, no todos los programas definen el éxito de la misma manera. ¿Se considera un éxito que una persona deje de fumar al finalizar el programa a los 3, 6 ó 12 meses? ¿Fumar menos cigarrillos (en lugar de dejar de fumar por completo) cuenta como éxito? Si el programa que usted está considerando ofrece cierta tasa de éxito, solicite más detalles en cuanto a cómo definen el éxito y pregunte qué tipo de seguimiento se lleva a cabo para confirmar esta tasa.

La verdad es que los programas para dejar de fumar, como otros programas que tratan las adicciones, a menudo tienen tasas de éxito bastante bajas. Pero esto no quiere decir que no valgan la pena, o que usted deba desanimarse. El éxito que usted tenga en dejar de fumar es lo que realmente cuenta, y esto está bajo su control.

Tasas de éxito en general

Aproximadamente del 4 al 7 por ciento de las personas pueden dejar de fumar en un intento dado sin medicamentos u otro tipod e ayuda.

Los estudios publicados en revistas médicas han reportado que entre un 25 y un 33 por ciento de los fumadores que usan medicamentos pueden mantenerse sin fumar por más de seis meses. También existe evidencia inicial que el combinar algunos medicamentos puede funcionar mejor que usarlos por sí solos. (Vea la sección “Ayuda con la parte física de la adicción”).

Las terapias de conducta y de apoyo podrían aumentar aún más las tasas de éxito. Consulte la información que se adjunta con cualquier producto que esté usando para ver si el fabricante ofrece asesoría gratuita vía telefónica.

Cómo dejar de fumar

A menudo los fumadores dicen: “no me digas por qué debo dejar de fumar, dime cómo”. No existe una manera correcta para abandonar el hábito de fumar, pero existen algunos elementos clave para lograrlo con éxito. Estos cuatro factores son esenciales:

 

  • Tomar la decisión de dejar de fumar.
  • Fijar una fecha y establecer un plan para dejar el hábito.
  • Manejar los síntomas de abstinencia.
  • Mantenerse sin fumar (mantenimiento).

La decisión de dejar de fumar: ¿Cómo logra la gente dejar de fumar exitosamente?

Dejar de fumar es una decisión que sólo usted puede tomar. Otras personas pueden querer que usted abandone el hábito, pero es usted quien tiene que hacer el compromiso real.

Los investigadores han observado cómo y por qué la gente deja de fumar, y tienen algunas ideas, o modelos, de cómo esto ocurre.

El Modelo de Creencias de la Salud de un cambio en su comportamiento

El Modelo de Creencias de la Salud indica que usted tendrá más probabilidades de dejar de fumar si:

 

  • Cree que puede contraer una enfermedad a causa del hábito y esto le preocupa.
  • Cree que puede tratar sinceramente de dejar de fumar.
  • Cree que los beneficios de abandonar el hábito son mayores que los beneficios de continuar fumando.
  • Conoce a alguien que ha tenido problemas de salud debido al hábito de fumar.


¿Está usted en alguno de estos casos?

Etapas del Modelo de Cambio para un cambio en el comportamiento

El Modelo de Cambio de Etapas identifica las etapas que la persona atraviesa al realizar un cambio en su comportamiento. A continuación aparecen las etapas del proceso de dejar de fumar:

Precontemplación: en esta etapa, el fumador no está pensando seriamente en dejar de fumar.

Contemplación: el fumador que está pensando activamente en dejar el cigarrillo, pero no está lo suficientemente listo como para hacer un intento serio. Esta persona puede decir: “Sí, estoy listo para dejar de fumar, pero la tensión en el trabajo es demasiada”, o “no quiero subir de peso” o “no estoy seguro de poder hacerlo”.

Preparación: los fumadores que se encuentran en esta etapa intentan seriamente dejar de fumar el próximo mes, y a menudo han tratado de abandonar el hábito en el transcurso de los últimos 12 meses. Éstos suelen tener un plan.

Acción: consiste en los primeros 6 meses en los que el fumador está abandonando el hábito.

Mantenimiento: el período de seis meses a cinco años después de haber abandonado el cigarrillo, cuando el ex fumador reconoce el peligro que representaría recaer en el hábito y toma medidas para evitarlo.

¿En qué etapa está usted según este modelo? Si piensa dejar de fumar, fije una fecha y establezca un plan que lo conduzca a la etapa de preparación, la mejor para empezar.

 

Fije una fecha y establezca un plan para dejar el hábito

Escoja una fecha para dejar de fumar

Una vez usted haya decidido dejar de fumar, está listo para elegir una fecha. Este es un paso muy importante. Elija una fecha específica en el próximo mes como su “Día para dejar de fumar”. Si escoge una fecha a largo plazo, esto le dará tiempo para pensar y cambiar de opinión. Sin embargo, es bueno que se tome el tiempo necesario para prepararse y hacer un plan. Puede elegir una fecha que tenga un significado especial, como un cumpleaños o aniversario, o el “Gran día para dejar de fumar” (el tercer jueves de noviembre de cada año) o simplemente escoja una fecha cualquiera. Marque con un círculo la fecha en su calendario. Haga un compromiso firme y personal de abandonar el hábito en esa fecha.

Plan para sus recetas: recuerde que si usted planea usar un medicamento que requiere receta, necesitará hablar con su médico para obtenerla antes del día que fijó para dejar de fumar. Si planea usar bupropión (Zyban) o vareniclina (Chantix), usted tiene que comenzar a tomar el medicamento toda una semana antes del día que fijó para dejar de fumar. En caso de que usted use una de estas medicinas, agregue una nota en su calendario para la semana antes de la fecha que fijó para que se acuerde de comenzar a tomar el medicamento.

Prepárese para el día que dejará de fumar

No existe una manera correcta para dejar el cigarrillo. La mayoría de los fumadores prefiere abandonar el hábito de repente y por completo. Siguen fumando hasta el “Día para dejar de fumar”, y entonces dejan de hacerlo de una sola vez. También puede ser que fumen menos cigarrillos una o dos semanas antes de la fecha que han elegido para dejar de fumar. Otra manera de abandonar el hábito consiste en reducir el número de cigarrillos que fuma al día. Con este método, usted va reduciendo lentamente la cantidad de nicotina en su cuerpo. Usted puede eliminar el cigarrillo que fuma cuando toma café o decidir fumar solamente en ciertos momentos del día. Aunque el método de reducir el número de cigarrillos para disminuir los síntomas de abstinencia parece lógico, en la práctica esto puede ser difícil de llevar a cabo.

Dejar de fumar es muy parecido a bajar de peso: requiere de un compromiso firme por largo tiempo. Los fumadores quisieran que existiera un método o una pastilla mágica que hiciera fácil y placentero el proceso de abandonar el hábito. Sin embargo, no existe nada como esto. Los sustitutos de nicotina pueden ayudar a reducir los síntomas de abstinencia, pero éstos son más eficaces cuando se usan como parte de un plan para dejar de fumar que trate tanto el componente físico como el psicológico.

A continuación se presentan algunos pasos que le ayudarán a prepararse para el “Día para dejar de fumar”:

 

  • Escoja la fecha y márquela en su calendario.
  • Comunique a sus amigos y familiares el día en que dejará de fumar.
  • Deshágase de todos los cigarrillos y ceniceros que haya en su casa, carro y trabajo.
  • Tenga disponible sustitutos orales: goma de mascar sin azúcar, trozos de zanahoria, caramelos macizos, palitos de canela, agitadores de café, popotes o sorbetes y/o palillos de dientes.
  • Establezca un plan. ¿Utilizará terapia de reemplazo de nicotina u otros medicamentos? ¿Irá a alguna clase para dejar de fumar? Si es así, inscríbase de inmediato.
  • Practique la frase: “No gracias, yo no fumo”.
  • Establezca un sistema de apoyo. Éste puede consistir en un grupo de personas, Nicotine Anonymous o un amigo o familiar que haya dejado de fumar y que esté dispuesto a ayudarle. Pídale a su familia y a sus amigos que aún fuman que no fumen a su alrededor ni que dejen los cigarrillos donde usted pueda verlos.
  • Si usted está usando bupropión o vareniclina, tome su dosis cada día de la semana hasta el día que fijó para dejar de fumar.
  • Piense sobre sus intentos previos de dejar de fumar. Procure determinar qué fue lo que funcionó y qué fue inútil.

El éxito en dejar de fumar es cuestión de planificación y compromiso, no de suerte. Haga ahora mismo su propio plan. Algunas opciones incluyen usar la terapia de reemplazo de nicotina u otras medicinas, incorporarse a una clase para dejar de fumar, asistir a las reuniones de Nicotine Anonymous o utilizar materiales de autoayuda, tales como libros y folletos, o cualquier combinación de estos métodos. Para la mejor probabilidad de éxito, su plan debe incluir dos o más de estas opciones.

 

El día que dejará de fumar

En su “Día para dejar de fumar”, siga las siguientes recomendaciones:

 

  • No fume. Esto significa en lo absoluto: ¡ni siquiera una bocanada!
  • Manténgase activo: trate de caminar, hacer ejercicio o participar en otras actividades o pasatiempos.
  • Tome mucha agua y jugos.
  • Comience a usar la terapia de reemplazo de nicotina, si así lo ha elegido.
  • Vaya a una clase para dejar de fumar o siga un plan de autoayuda.
  • Evite las situaciones de alto riesgo que conducen al impulso de fumar.
  • Reduzca o evite el consumo de alcohol.
  • Considere cambiar su rutina. Escoja una ruta distinta para llegar a su trabajo, beba té en vez de café, desayune en un lugar distinto o coma algo diferente.
  • Busque más información sobre las clases de pensamientos y tentaciones que surgen cuando usted trata de dejar de fumar, así como ideas que pueda usar como estrategias para lidiar con o evitar estos pensamientos y tentaciones.

Manejar los síntomas de abstinencia

Los síntomas de abstinencia de la nicotina son de dos tipos: físicos y mentales. Los síntomas físicos, aunque molestos, no representan un riesgo para la vida. El tratamiento de reemplazo de nicotina y otras medicinas pueden ayudar a reducir muchos de estos síntomas físicos. Sin embargo, para la mayoría de los fumadores, los síntomas mentales que se presentan al tratar de abandonar el hábito son los más difíciles de superar.

Si usted ha estado fumando por determinado tiempo, el acto de fumar se ha vinculado a casi todo lo que usted hace: despertarse por la mañana, comer, leer, ver televisión y tomar café entre otras cosas. Le tomará tiempo “desvincular” este acto de tales actividades. Por esta razón, incluso si usted está usando un reemplazo de nicotina, puede ser que siga teniendo deseos fuertes de fumar.

Las justificaciones erróneas son oportunistas

Una manera de superar estos deseos o impulsos consiste en notar e identificar justificaciones, a medida que se presenten, las cuales son pensamientos equivocados que parecen tener sentido en ese momento, pero que no se basan en la realidad. Si usted opta por creer en tales pensamientos, esto puede servir como manera de justificar el hábito de fumar. Si usted ha tratado de dejar de fumar en el pasado, es probable que reconozca muchas de las siguientes justificaciones:

  • Sólo voy a fumarme un cigarrillo para soportar esta situación difícil.
  • Hoy no es un buen día; voy a dejar de fumar mañana.
  • Éste es mi único vicio.
  • Realmente, ¿cuán dañino es fumar? Tío Juan fumó toda su vida y vivió más de 90 años.
  • Probablemente, la contaminación ambiental sea tan mala como fumar.
  • De algo tiene uno que morirse.
  • La vida no es divertida sin fumar.

Es probable que usted pueda añadir alguna más a la lista. Durante los primeros días que pase sin fumar, escriba cualquier justificación errónea que le venga a la mente y reconózcala por lo que es: un mensaje que puede hacer que usted caiga en la trampa de volver a fumar. Preste atención a ellas, ya que siempre aparecen cuando usted está tratando de dejar de fumar. Una vez escriba la idea, no piense más en ella. Esté listo con una distracción, un plan de acción, y otras maneras de redirigir sus pensamientos hacia otro cosa.

 

Las ideas que aparecen a continuación pueden ayudarle a mantener su compromiso de no fumar.

Evite la tentación

Manténgase lejos de personas y en los lugares que le tienten a fumar. Más tarde podrá manejarlos con mayor confianza.

Cambie sus hábitos

Por ejemplo, cambie las bebidas alcohólicas o el café por jugos o agua. Tome una ruta diferente para llegar al trabajo, dé un paseo breve, en vez de hacer un receso para tomar café.

Alternativas: utilice sustitutos que pueda colocar en su boca, tales como chicle sin azúcar, caramelos macizos, vegetales crudos, tales como trozos de zanahoria o semillas de girasol. Algunas personas mastican un popote (sorbete o pajilla) o un palillo para agitar café.

Actividades: haga algo que reduzca su ansiedad. Practique actividades o pasatiempos que le mantengan las manos ocupadas (tejer, carpintería ligera, etc.) y que le ayuden a distraerse del deseo de fumar. Tome un baño con agua caliente, haga ejercicio, o lea un libro.

Respirar profundamente: cuando usted fumaba, respiraba profundamente al inhalar el humo. Ahora, cuando sienta deseos de fumar, respire profundamente e imagínese que sus pulmones se están llenando de aire fresco y limpio. Recuerde las razones que tuvo para dejar de fumar y los beneficios que obtendrá como ex fumador.

Posponga: si siente la necesidad de prender un cigarrillo, pospóngalo. Dígase a sí mismo que tiene que esperar por lo menos diez minutos. A menudo, este truco sencillo le permitirá superar el fuerte deseo de fumar.

Recompénsese

Lo que usted está haciendo no es fácil, por lo que merece una recompensa. Deposite diariamente en un frasco de cristal el dinero que gastaría en cigarrillos y luego cómprese cada semana algo que le dé gusto. Compre una revista o un libro, salga a comer fuera, desarrolle un nuevo pasatiempo o tome una clase de yoga. O bien, ahorre el dinero para comprar algo importante. También puede recompensarse de una forma que no cueste dinero: visite un parque, acuda a la biblioteca y verifique en los medios de comunicación el listado de museos, centros comunitarios y colegios donde se presentan películas y exposiciones gratis, así como otras cosas para hacer.

Mantenerse sin fumar (mantenimiento)

¿Recuerda la cita de Mark Twain? Quizá usted también haya dejado de fumar muchas veces anteriormente, así que sabe que el mantenerse sin fumar constituye la etapa final, más prolongada y más importante del proceso. Para mantenerse sin fumar, usted puede usar los mismos métodos que utilizó para superar los síntomas que se presentaron mientras dejaba el hábito. Reflexione con anticipación sobre los momentos en que pueda sentir la tentación de fumar, y planifique cómo utilizará otras maneras de enfrentarse a estas situaciones.

Más peligrosos, quizá, sean los fuertes deseos inesperados de fumar que a veces se presentan meses (e incluso años) después de haber dejado el hábito. Para superarlos sin sufrir una recaída, haga lo siguiente:

  • Repase las razones por las cuales usted dejó de fumar y considere todos los beneficios que esto ha representado para su salud, sus finanzas y su familia.
  • Recuerde que no existe tal cosa como un cigarrillo solo, ni siquiera una inhalada.
  • Reprima el deseo de fumar. Este desaparecerá, pero no se engañe usted mismo pensando que puede fumarse un cigarrillo solo.
  • Evite el alcohol, cuyo consumo reduce sus probabilidades de éxito.
  • Si se preocupa sobre el incremento de peso, esfuércese por comer sanamente y mantenerse activo(a) con el ejercicio.

Recuperación de las recaídas

¿Y qué pasaría si fumara? La diferencia entre un solo cigarrillo y una recaída está bajo su control. Fumar un solo cigarrillo es un error de una sola vez que se corrige rápidamente, mientras que una recaída es volver a fumar. Usted puede utilizar como excusa un solo cigarrillo para volver a fumar, o puede analizar en qué falló y renovar su compromiso de mantenerse sin fumar definitivamente.

Aun si usted tiene una recaída, trate de no desanimarse. Muy pocas personas pueden dejar de fumar definitivamente en el primer intento. De hecho, a la mayoría de las personas le toma muchos intentos antes de dejar de fumar. Lo que importa es descubrir lo que le ha ayudado cuando ha tratado de dejar de fumar y aquello que no le ha funcionado. Entonces, usted puede usar esta información para hacer un intento más fuerte de dejar de fumar la próxima vez.

 

Algunos aspectos importantes

Aumento de peso

Muchos fumadores sí suben algo de peso cuando dejan de fumar. Sin embargo, aun cuando no se toman medidas para tratar de prevenir esto, por lo general, el aumento de peso es de menos de 10 libras. Las mujeres tienden a subir un poco más de peso que los hombres. Existen algunas pruebas de que los fumadores suben de peso después de abandonar el hábito, incluso sin comer más. Para algunos, la preocupación con respecto a subir de peso puede hacer que decidan seguir fumando. Sin embargo, el aumento de peso que tiene lugar después de dejar de fumar es, por lo general, muy poco. Resulta más peligroso continuar fumando que subir un poco de peso. Aunque hay varios estudios que sugieren que la terapia de reemplazo de nicotina o el bupropión puede ayudar a retrasar el aumento de peso, no lo previene.

Existen más probabilidades de que usted deje de fumar con éxito, si primero se enfrenta al hábito de fumar y luego toma medidas para bajar de peso. Mientras esté intentando abandonar el hábito, trate de concentrarse en las distintas formas en que dejar de fumar puede ayudarle a mantenerse saludable, en vez de preocuparse por su peso. Dejarse angustiar por su peso puede dificultar que deje de fumar. Coma muchas frutas, ensaladas y vegetales y limite la ingestión de grasa. Asegúrese de tomar mucha agua, dormir lo suficiente y hacer actividades físicas regularmente.

Trate de dar una caminata

Caminar es una gran manera para mantenerse activo físicamente y aumentar sus probabilidades de que se mantenga sin fumar. Los aspectos positivos de caminar son:

  • Reduce el estrés.
  • Quema calorías y a tonifica los músculos.
  • Le mantiene ocupado para que no piense en fumar.

No se necesita ningún equipo o ropa especial, sino un par de zapatos cómodos. Además, la mayoría de las personas puede caminar en cualquier momento. Usted puede usar estas ideas como puntos de inicio y agregar sus propias ideas:

  • Camine en el centro comercial.
  • Bájese del autobús una parada antes de la acostumbrada.
  • Camine con un amigo durante la hora del almuerzo en el trabajo.
  • Tome las escaleras en vez del elevador.
  • Camine con un amigo, un familiar o un vecino después de la cena.
  • Pasee a su bebé en la carriola/cochecito.
  • Consiga un perro (su propio o el de un vecino) que pueda sacar a dar una caminata.

Fíjese la meta de hacer ejercicio físico durante 30 minutos, cinco o más veces a la semana. Sin embargo, si usted no hace esto con regularidad, consulte a su médico antes de comenzar un programa de ejercicios.

Estrés

A menudo, los fumadores mencionan el estrés como una de las razones para volver a fumar. El estrés es parte de la vida de todos, tanto de los fumadores como de las personas que no fuman. La diferencia consiste en que los fumadores usan la nicotina para ayudarse a sobrellevar el estrés y las emociones desagradables. Cuando se está tratando de dejar de fumar, es necesario aprender nuevas formas de controlar el estrés. La terapia de reemplazo de nicotina puede ayudar hasta cierto punto, pero se requieren otras estrategias para lograr el éxito a largo plazo.

Como se mencionó anteriormente, la actividad física reduce el estrés. Además, puede ayudarle a combatir la sensación de depresión temporal que algunos fumadores experimentan cuando dejan de fumar. Otras opciones consisten en tomar clases acerca de cómo lidiar con el estrés y leer libros de autoayuda. Infórmese sobre estos métodos a través del periódico, una tienda de libros o la biblioteca de su comunidad.

Las prácticas espirituales, tal como admitir que usted no puede controlar su adicción y creer que un poder mayor puede darle fortaleza, han sido utilizadas con mucho éxito para lidiar con otras adicciones. Estas prácticas, junto con el compañerismo de otras personas en una trayectoria similar, son una parte importante de los programas de recuperación de 12 pasos. Estos mismos principios pueden ser aplicados al esfuerzo de dejar de fumar.

Cuidar de sí mismo

Es importante que su proveedor de servicios de salud sepa si usted ha usado tabaco en el presente o en el pasado para que él o ella pueda asegurarse que usted reciba la atención médica preventiva que necesite. Es bien sabido que el uso de tabaco le pone en riesgo de ciertas enfermedades, por lo que parte de su atención debe enfocarse en medidas de detección y prevención relacionadas para ayudar a mantenerle tan saludable como sea posible. Por ejemplo, usted querrá estar seguro de examinar regularmente el interior de su boca para saber si se presenta algún cambio. Pídale a su médico o destinta que examine su boca, lengua o garganta si usted presenta algún cambio o problemas. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que las revisiones médicas deban incluir pruebas de la cavidad bucal (boca). De esta manera, las personas que usan tabaco pueden detectar temprano cambios, tal como leucoplasia (manchas blancas en las membranas bucales) y prevenir cáncer oral o encontrarlo en una etapa que sea fácil de tratar.

Debe tener en cuenta también cualquiera de los siguientes cambios:

 

  • Cambio de tos.
  • Tos nueva.
  • Tos con sangre.
  • Ronquera.
  • Dificultades para respirar.
  • Respiración sibilante.
  • Dolores de cabeza.
  • Dolor en el pecho.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Cansancio general.
  • Infecciones frecuentes de los pulmones o de los bronquios.

Cualquiera de estos cambios pueden ser signos de cáncer del pulmón o de alguna condición pulmonar que debe ser reportada a su doctor. Mientras que estos cambios pueden ser signos de algún problema, las personas con cáncer pulmonar a menudo no nota ningún síntoma hasta que el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.

Recuerde que los consumidores de tabaco están además a un riesgo mayor de otros tipos de cáncer, dependiendo de sus hábitos de consumo de tabaco. Usted puede aprender más sobre los tipos de cáncer a los que pudieran estar en riesgo al consultar nuestro documento que proporciona información sobre la manera en que usted usa tabaco (vea la sección “Recursos adicionales”). Puede que otros factores de riesgo para estos tipos de cáncer sean más importantes que su consumo de tabaco, pero debe conocer los riesgos adicionales que podrían aplicar a usted.

Si tiene cualquier inquietud sobre su salud que pueda estar relacionada a su consumo de tabaco, por favor consulte a su proveedor de servicios de salud tan pronto como sea posible. Cuidar de sí mismo y obtener el tratamiento para los problemas menores le darán la mejor probabilidad de un tratamiento exitoso. Aunque la mejor manera de cuidar de sí mismo y de reducir su riesgo de problemas de salud que atenten contra su vida es dejar de consumir tabaco.

¿Dónde puedo obtener ayuda adicional?

Es difícil dejar de fumar. Sin embargo, los consumidores de tabaco, ¡pueden dejar de fumar! Más de 47 millones de personas que viven en los Estados Unidos han logrado dejar de fumar para siempre. Muchas organizaciones ofrecen información, orientación y otros servicios para ayudarle a dejar de fumar, así como información sobre adónde puede ir para solicitar ayuda. Su médico, dentista, hospital de área o empleador también son otros recursos buenos donde puede solicitar ayuda.

 

Fuente: Sociedad Americana de Cáncer