Prevención del Cáncer de Piel
Para prevenir el cáncer de piel es necesario conocer cuales son sus factores de riesgo el cual contribuye a la probabilidad de contraer la enfermedad, tener estos factores o contar con ellos no significa que se padecerá de este mal, incluso hay quienes la padecen y no tienen factores de riesgo conocido. Sin embargo hay que tomar las precauciones debidas y hacer lo que esté en nuestras manos para mejorar nuestra salud .
Los siguientes son los factores de riesgo conocidos para los carcinomas de células basales y los carcinomas de células escamosas (pero no aplican a otras formas de cáncer de la piel no melanoma, como el sarcoma Kaposi y el linfoma cutáneo).
Exposición a la luz ultravioleta (UV)
Se cree que la radiación ultravioleta es el riesgo principal de la mayoría de los cánceres de la piel. La luz solar es la fuente primordial de radiación UV, la cual uede ser dañina para los genes en las células de su piel. Las lámparas y cabinas bronceadoras son otra fuente de radiación ultravioleta. Las personas que se exponen excesivamente a la luz procedente de estas fuentes tienen un mayor riesgo de padecer de cáncer de la piel.
El grado de exposición a la luz ultravioleta depende de la intensidad de la radicación, del tiempo que la piel ha estado expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa y bloqueador solar. Muchos estudios también han señalado que la exposición a una edad temprana es otro factor de riesgo.
La radiación ultravioleta se divide en tres rangos de longitudes de onda:
- Los rayos UVA están asociados con el envejecimiento de las células y causan cierto daño a las células del ADN. Están principalmente asociados con daño a la piel a largo plazo, tal como arrugas, aunque también se cree que desempeñan un papel en ciertos cánceres de la piel.
- Los rayos UVB son responsables por daño directo al ADN, y son los rayos que causan las quemaduras de sol. También se cree que causan la mayoría de los cánceres de la piel.
- Los rayos UVC no penetran nuestra atmósfera y por lo tanto no están presentes en la luz solar. No son normalmente un factor de riesgo para el cáncer de la piel.
Aunque los rayos UVA y UVB producen sólo una pequeña porción de los rangos de longitudes de onda del sol, son principalmente responsables por los efectos dañinos del son en la piel. La radiación UVB daña el ADN de las células de la piel. Los cánceres de la piel comienzan cuando este daño afecta el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel. La investigación reciente ha descubierto que los rayos UVA también contribuyen a la formación de cáncer de la piel. Ahora los científicos creen que tanto los rayos UVA como los UVB dañan la piel y causan cáncer de la piel. Los rayos UVB son una causa muy potente de al menos ciertos cánceres de la piel, pero no existen rayos UV seguros.
Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a la luz solar intensa tienen mayor riesgo. Por ejemplo, el riesgo de padecer de un cáncer de la piel es doble entre los residentes de Arizona que entre los que viven en Minnesota. La tasa más alta de cáncer de la piel en el mundo se registra en Australia. Pasar mucho tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o recreación sin protegerse con ropa y loción antisolar aumenta su riesgo.
Piel blanca
El riesgo de padecer cáncer de la piel es mucho mayor en las personas de raza blanca que en las personas de raza negra o los hispanos. Esto se debe al efecto protector de la melanina (el pigmento de la piel). Las personas blancas de piel (tez) clara que se quema o se llena de pecas con facilidad tienen un riesgo especialmente alto. Esta es otra razón por la cual la tasa de cáncer de la piel es alta en Australia ya que la mayoría de los pobladores fueron inmigrantes de piel blanca provenientes de las Islas Británicas.
El albinismo es una ausencia congénita (presente al momento de nacer) del pigmento de la piel. Las personas con esta condición pueden tener cabellos blancos y piel de color blanco-rosado, y su riesgo de padecer de este tipo de cáncer es alto, a menos que se protejan la piel con gran cuidado.
Envejecimiento
El riesgo de cáncer de la piel de células basales y cáncer de la piel de células escamosas aumenta a medida que las personas envejecen. Probablemente esto se debe a la acumulación de la exposición solar con el transcurso del tiempo. Aún así, hoy día se está viendo también en personas más jóvenes, probablemente porque éstas pasan más tiempo expuestas al sol.
Sexo masculino
En comparación con las mujeres, los hombres tienen alrededor del doble de probabilidades de padecer de cáncer de células basales y alrededor del triple de probabilidades de padecer de cáncer de la piel de células escamosas. Se cree que esto se debe principalmente a los altos niveles de exposición al sol.
Exposición a ciertos químicos
La exposición a grandes cantidades de arsénico aumenta el riesgo de cáncer de la piel. El arsénico es un metal pesado que se encuentra naturalmente en el agua de pozo de algunas áreas. También se usa para producir algunos pesticidas y ciertas medicinas. Los trabajadores expuestos a la brea industrial, la hulla, la parafina y ciertos tipos de aceite también pueden tener mayor riesgo de padecer de cáncer de la piel no melanoma.
Exposición a la radiación
Las personas que se han sometido a la radioterapia tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de la piel en el área en la que recibieron el tratamiento. Éste es un problema particularmente en los niños que han recibido tratamiento contra el cáncer. Casi todos estos cánceres son de células basales.
Historial de cáncer de la piel
Cualquier persona que haya tenido cáncer de la piel tiene una probabilidad mucho más alta de padecer otro cáncer de la piel.
Lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel
Las cicatrices de quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias graves tienen más probabilidades de padecer de cánceres de los queratinocitos, aunque, por lo general, este riesgo es pequeño.
Tratamiento de la soriasis
Los tratamientos con psoralenos y luz ultravioleta (PUVA, por sus siglas en inglés), administrados a algunos pacientes con psoriasis (una enfermedad de la piel que dura mucho tiempo), pueden aumentar el riesgo de padecer de cáncer de la piel de células escamosas y es probable que también otros tipos de cáncer de la piel.
Xeroderma pigmentosa
Esta condición hereditaria muy poco frecuente reduce la capacidad de la piel para reparar los daños que sufre el ADN como consecuencia de la exposición a la luz solar. Las personas que tienen este trastorno a menudo contraen un gran número de tumores cancerosos de la piel, a veces desde la infancia.
Síndrome de nevo de células basales
Esta condición congénita poco frecuente (presente al momento de nacer) ocasiona múltiples tumores cancerosos de células basales. La mayoría de los casos, aunque no todos, son hereditarios. Las personas afectadas también pueden tener anomalías en la mandíbula y otros huesos, así como en los ojos y en el tejido nervioso. Una indicación de tener este síndrome en su familia consiste en si la persona afectada comenzó a padecer de cánceres de células basales cuando él o ella era joven (por ejemplo, menos de 20 años de edad).
Inmunidad reducida
El sistema inmunitario ayuda al cuerpo a combatir el cáncer de la piel y de otros órganos. Las personas cuyos sistemas inmunitarios se han debilitado (debido a ciertas enfermedades o tratamientos médicos) tienen más probabilidades de padecer de cáncer de la piel no melanoma, particularmente cáncer de células escamosas.
Por ejemplo, los pacientes que han recibido un trasplante de órgano se les administran medicamentos que debilitan su sistema inmunitario, a fin de evitar que el cuerpo rechace el nuevo órgano. Esto aumenta su riesgo de padecer de cáncer de la piel. La tasa de cáncer de la piel en las personas que han tenido trasplantes puede ser tan alta como 80% dentro de 20 años después del trasplante. Los cánceres de la piel crecen rápidamente y tienden a ser más fatales en las personas que tienen sistemas inmunitarios débiles.
El tratamiento con corticosteroides también puede afectar el sistema inmunitario. Esto también puede aumentar el riesgo de cáncer de la piel.
Infección con el virus del papiloma humano (VPH)
Los virus del papiloma humano (VPHs o HPVs, en inglés) son un grupo de más de 100 virus que pueden causar papilomas o verrugas. Los tipos de verruga que las personas contraen comúnmente en sus manos y pies parecen no tener relación con ninguna forma de cáncer. Sin embargo, algunos de los tipos de este virus que las personas contraen en su área genital y anal aparentan estar relacionados con los cánceres de la piel en esas áreas.
Fumar
Las personas que fuman tienen mayor probabilidad de padecer de cáncer de la piel de células escamosas, especialmente en los labios. El hábito de fumar no es un factor de riesgo para el cáncer de células basales.
Susceptibilidad genética
Los científicos han encontrado que ciertas personas son más propensas a padecer cáncer de la piel (susceptibilidad) en comparación con otras después de exponerse a la luz solar. En estas personas, los cromosomas son más sensibles a dañarse por la luz solar.
¿Sabemos cuáles son las causas de los tipos de cáncer de piel de células basales y de células escamosas?
La mayoría de los casos de los cánceres de células basales y los cánceres de células escamosas se debe a que el área de la piel en que surge el tumor ha estado expuesta sin protección a la radiación ultravioleta. La mayor parte de esta radiación procede de la luz solar, pero cierta cantidad puede proceder de fuentes creadas por el hombre (sintéticas), tales como las cabinas bronceadoras.
Parte de la exposición puede haber ocurrido pocos años de padecer de el cáncer, especialmente en el caso del carcinoma de células escamosas. Sin embargo, muchos de los casos pudieron ser causados por exposiciones que hayan tenido lugar muchos años antes. Los niños y los jóvenes adultos a menudo se exponen excesivamente a una intensa radiación solar ultravioleta que quizá no cause un cáncer como tal hasta después de muchos años, o incluso décadas más tarde. La exposición al sol sin protección por muchos años aumenta el riesgo de una persona de padecer de cáncer de la piel.
El ADN es el material genético en cada una de nuestras células Transmite a la siguiente generación la información genética que hace que los hijos se parezcan a sus padres. Además de la información acerca de nuestra apariencia externa, el ADN contiene también información que le indica a las células de nuestro cuerpo cómo deben crecer y cómo desempeñar todas las funciones necesarias para vivir.
La radiación ultravioleta (proveniente de la luz solar o de las lámparas bronceadoras) causa daños al ADN. En algunas ocasiones el daño afecta a ciertos genes (segmentos de ADN con una función específica) que controla la manera y el tiempo del crecimiento y división celular. Por lo general, el cuerpo puede reparar el daño al ADN. Sin embargo, si hay demasiado daño, en algunas situaciones, esto puede traer como resultado la formación de un cáncer.
Todavía los investigadores no conocen todo sobre cómo los cambios del ADN resultan en cáncer de la piel, aunque ellos han encontrado que muchos cánceres de la piel contienen cambios en los genes supresores de tumores. La función normal de estos genes es ayudar a evitar el crecimiento descontrolado de las células.
El gen que con más frecuencia se encuentra alterado en los cánceres de células escamosas es el llamado p53. Este gen normalmente causa que las células dañadas mueran. Cuando este gen es alterado, estas células anormales pueden vivir por más tiempo y quizás se conviertan en cancerosas.
Un gen que comúnmente se encuentra mutado en los cánceres de células basales es el gen “patched” (PTCH). Este gen supresor de tumores normalmente ayuda a mantener el crecimiento celular bajo control, por lo que los cambios en este gen pueden hacer que las células crezcan fuera de control.
Éstos no son los únicos cambios genéticos que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de cáncer de la piel. Es probable que también haya muchos otros.
Las personas con xeroderma pigmentoso (XP) tienen un riesgo alto de cáncer de la piel. El xeroderma pigmentoso es una condición hereditaria poco frecuente resultante de un defecto en una enzima que repara los daños ocurridos al ADN. Debido a que las personas que padecen de xeroderma pigmentoso tienen menos capacidad para reparar los daños causados en el ADN por la luz solar, éstas pueden padecer de un gran número de tumores cancerosos en aquellas áreas de la piel expuestas al sol.
En la asociación entre el cáncer de la piel de células escamosas y la infección por el virus del papiloma humano también están implicados el ADN y los genes. Estos virus contienen genes que le ordenan a las células infectadas producir ciertas proteínas que afectan las proteínas reguladoras del crecimiento de las células normales de la piel. Esto puede causar que las células de la piel crezcan demasiado y permanezcan vivas cuando están supuestas a morir.
Los científicos están estudiando otras asociaciones entre los cambios del ADN y el cáncer de la piel. En el futuro, una mejor comprensión de la forma en que estos cambios en el ADN dan lugar al cáncer de la piel pudiera utilizarse en el diseño de tratamientos para evitar o reparar este daño.
¿Pueden prevenirse los tipos de cáncer de la piel de células basales y de células escamosas?
Aunque no todos los cánceres de la piel de células basales y de células escamosas pueden ser prevenidos, existen maneras para reducir su riesgo de cáncer de la piel.
Limitar la exposición a la luz ultravioleta (UV)
La forma más importante de reducir el riesgo de los tipos de cáncer de la piel de células basales y de células escamosas es limitar su exposición a la radiación ultravioleta. Lleve a cabo las medidas de protección contra el sol al estar al aire libre. “¡Ponte, úntate, colócate y atavíate!” es una frase utilizada para recordar a la gente los cuatro métodos clave que puede usar para protegerse contra la radiación UV. Póngase una camisa, pónganse bloqueador solar, póngase un sombrero y utilice lentes de sol para proteger sus ojos y la piel sensible que los rodea de la luz ultravioleta.
Proteger su piel con ropa
La ropa provee diferentes niveles de protección, dependiendo de muchos factores. Las camisas de manga larga, los pantalones largos y las faldas largas son los que proveen más protección. Los colores oscuros generalmente proveen más protección que los colores claros. Las telas con un tejido más estrecho ofrecen una mejor protección que las telas con un tejido más suelto. Asimismo, la ropa seca generalmente protege mejor que la ropa mojada.
Tenga presente que cubrirse no bloquea todos los rayos ultravioletas. Una playera típica de color claro que se viste durante el verano usualmente provee menos protección que un bloqueador con un factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) de 15 o más.
Algunas compañías en los Estados Unidos producen ropa liviana y cómoda que protege contra la exposición ultravioleta incluso cuando está mojada. Cierta ropa con protección solar tienen una etiqueta que indica el valor del factor de protección a la radiación ultravioleta (UPF), el nivel de protección que provee la prenda de ropa contra los rayos ultravioleta del sol (en una escala del 15 al 50+). Mientras más altoes el UPF, mayor es la protección contra los rayos ultravioletas.
Además existen productos para aumentar el valor UPF de la ropa que usted posee. Estos productos que se usan como detergentes para lavar ropa forman una capa de protección de luz ultravioleta en su ropa sin cambiar el color o la textura.
Usar sombrero
Un sombrero que tenga un ala a su alrededor de por lo menos dos a tres pulgadas es ideal ya que protege las áreas que a menudo son expuestas al sol, tal como el cuello, las orejas, los ojos, la frente, la nariz y el cuero cabelludo. Una gorra con sombra (una gorra que incluye una pequeña capa de aproximadamente 15 centímetros a los costados y parte trasera) también es recomendable. Por lo general se pueden encontrar en las tiendas de artículos deportivos y de actividades al aire libre.
Una gorra de béisbol puede proteger la parte delantera y trasera de la cabeza, pero no el cuello o las orejas, donde comúnmente se originan los cánceres de la piel. Los sombreros de mimbre y pajilla no se recomiendan a menos que estén estrechamente tejidos.
Usar bloqueador solar
La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que se use loción o crema de protección solar como parte de un programa de protección contra el sol.
Use protector (loción) solar y bálsamos labiales que tengan un factor de protección solar (SPF) de 15 o más en las partes de la piel expuestas al sol, cuando la luz solar es intensa (por ejemplo, sitios donde las altitudes sean altas o calientes o entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.). Use bloqueador solar aunque el día esté brumoso o el cielo esté cubierto de nubes ligeras o poco compactas, ya que la luz ultravioleta puede atravesarlas.
Al aplicarse el bloqueador siga siempre las instrucciones. Para que ésta sea eficaz, debe aplicarse el bloqueador solar alrededor de 20 a 30 minutos antes de estar al aire libre. Aplicarse una onza (lo suficiente para llenar la palma de la mano) es recomendable para cubrir los brazos, las piernas, el cuello y la cara de un adulto promedio. La protección es óptima cuando se usa con abundancia en todas las áreas de la piel expuestas al sol. Para asegurar una protección continua, muchos bloqueadores deben reaplicarse al menos cada dos horas. Muchos protectores solares pierden eficacia cuando la persona suda o nada, y deben volverse a aplicar para que ofrezcan el máximo de protección. Y no hay que olvidar los labios, también existen bálsamos labiales con protección solar.
Algunas personas usan los protectores solares para poder permanecer bajo el sol durante más tiempo sin una quemadura de sol. El bloqueador solar no debe usarse para pasar más tiempo bajo el sol, ya que aún usted puede acabar con daño a su piel.
Los protectores solares pueden reducir la probabilidad de padecer de cáncer de la piel, particularmente la queratosis actínica y el cáncer de células escamosas. Sin embargo, no existen garantías, y si usted pasa mucho tiempo bajo el sol, está en riesgo de padecer de cáncer de la piel incluso si se aplica protector solar. No está claro si el bloqueador solar puede ayudar a prevenir los cánceres de células basales.
Si usted quiere broncearse, trate de usar una loción de bronceado sin luz solar (sunless tanning lotion), la cual puede proveer el “look”, sin causar daño. Las lociones de bronceado sin luz solar contienen una sustancia llamada dihidroxiacetona (DHA). El DHA funciona al interactuar con proteínas en la superficie de la piel para producir color. Exponerse al sol pensando que así este producto será más eficaz es innecesario, y tras algunos días, el bronceado comenzará a disiparse.
Usar lentes de sol
Unos lentes de sol que ofrezcan cobertura total alrededor de los ojos, con un porcentaje de absorción de rayos ultravioleta de por lo menos 99%, protegen de forma óptima los ojos y el área de la piel alrededor de los mismos. Busque lentes de sol que bloqueen la luz UVA y UVB. Las etiquetas que indican “UV absorption up to 400 nm” (absorción de rayos ultravioletas hasta 400 nm), o “Meets ANSI UV Requirements” significa que las lentes bloquean por lo menos el 99% de los rayos ultravioletas. Si la etiqueta no lo indica así, no asuma que las lentes proveen alguna protección.
Buscar la sombra
Otra manera de limitar la exposición a la luz ultravioleta es evitar estar bajo la luz solar por un período prolongado. Esto resulta particularmente importante de las 10:00 a.m. a las 4:00 p.m., cuando la luz ultravioleta es más intensa. Si no está seguro de la intensidad del sol, haga la prueba de la sombra: si la sombra es más pequeña que usted, los rayos solares son los más intensos. Planifique estar fuera de la exposición al sol durante esos momentos. Si tiene que estar en el exterior, proteja su piel. Recuerde que la luz solar (y los rayos UV) pueden atravesar las nubes y el reflejo de los rayos puede rebotar en agua, arena, concreto y nieve, y hasta puede atravesar la superficie del agua.
El índice de luz ultravioleta: la cantidad de luz ultravioleta que alcanza el suelo en cualquier lugar depende de un número de factores, incluyendo la hora del día, la temporada del año, la elevación, y la cobertura nubosa. Para ayudar a las personas a entender mejor la intensidad de la luz ultravioleta en su área en un día determinado, el National Weather Services y la US Environmental Protection Agency han creado el índice de luz ultravioleta. Este índice les proporciona a las personas una idea de cuán intensa es la radiación ultravioleta en el área donde viven en una escala de 1 al 11+. Un número más alto significa una probabilidad mayor de quemadura solar, daño a la piel y en última instancia cánceres de la piel de todas clases. Su índice de luz ultravioleta debe estar disponible diariamente en su periódico local, en los informes sobre el clima trasmitidos por televisión, o en Internet (www.epa.gov/sunwise/uvindex.html).
Protección solar para los niños
Los niños requieren especial atención, ya que éstos tienden a pasar más tiempo al aire libre y pueden quemarse más fácilmente. Los padres y las personas que cuidan de los niños deben protegerlos de la exposición excesiva al sol con las medidas descritas anteriormente. Los niños mayores necesitan tener cuidado con la exposición solar a medida que se vayan haciendo más independientes. Cubrir a los niños lo más razonable posible, resulta importante particularmente en los lugares del mundo más soleados. Usted debe desarrollar el hábito de usar bloqueador solar en la piel expuesta al sol tanto para usted como para sus hijos siempre que pase tiempo al aire libre y pudiera estar expuesto a una gran cantidad de luz solar.
Comentario sobre la exposición solar y la vitamina D
Los médicos están aprendiendo más sobre los numerosos beneficios de salud que ofrece la vitamina D. Incluso puede ayudar a reducir el riesgo de algunos cánceres. La vitamina D es producida naturalmente por su piel cuando usted se expone al sol. La producción de vitamina D depende de muchos factores, incluyendo su edad, cuán oscura es su piel y con cuánta intensidad el son brilla en el lugar donde vive. Actualmente, los médicos no están seguros cuál es el nivel óptimo de vitamina D, o cómo balancear mejor los posibles beneficios de obtener la vitamina D que proviene del sol versus los posibles riesgo de cáncer de la piel. Se están llevando a cabo muchas investigaciones en esta área. Si usted tiene una piel más oscura o vive en un área con poca luz solar diaria, muchos expertos recomiendan tomar vitamina D por boca, tal como suplementos o ciertos alimentos. Por ejemplo, la mayoría de las leches tienen vitamina D.
Para más información sobre protección para usted y su familia contra la exposición a la luz UV, consulte el documento (disponible en inglés) Skin Cancer Prevention and Early Detection de la Sociedad Americana del Cáncer.
Evitar químicos dañinos
La exposición a ciertos químicos, tal como el arsénico, puede aumentar el riesgo de una persona de cáncer de la piel. Las personas pueden estar expuestas a arsénico mediante el agua de pozo en algunas áreas, pesticidas e herbicidas, algunas medicinas (tal como trióxido de arsénico) y remedios herbarios (se ha encontrado arsénico en algunos remedios herbarios tradicionales importados de China), y ciertas ocupaciones (tal como trabajos en minería y fundición. Se debe evitar la alta exposición a arsénico.
Fuente: Sociedad Americana de Cáncer