En otoño-invierno 2012 Chanel viste de plata
El universo del lujo Chanel declinará el próximo otoño-invierno entre grises, plateados y rosas pastel, bordados de nácar, marfil, plumas, flores o volantes, en búsqueda de un “new vintage”, un nuevo renacer de los mejores hallazgos de la historia de la firma, traducidos al siglo XXI por Karl Lagerfeld.
Junto a esta doble paleta dominante de infinitos grises y rosas, hecha también de brillos irisados, rota a veces por negros, blancos y lilas muy claros; y más raramente por algunos toques de azul y granates rojizos, otra de las claves del otoño-invierno 2012-2013 será la omnipresencia del “tweed”. Materia prima fundamental en la historia de Chanel, que nunca dejó de triunfar desde sus pasarelas y sus boutiques, con la que se confeccionaron los nuevos trajes de chaqueta Chanel y sus conjuntos de abrigo evasé hasta las rodillas.
Estos podrán ser de cuadros grises y rosas de diferentes tamaños y tonos, a veces muy grandes, rectos o atravesando la silueta en diagonal.
A cuadros o a rayas, igualmente en abrigados vestidos rectos o levemente evasé, siempre por encima de las rodillas, el nuevo “tweed” se portará sobre medias plateadas y zapatos de tacón.
Para las ocasiones más elegantes, los trajes de chaqueta cortos se adornarán con efectos de lazos y volantes de seda sobre el pecho.
El “nuevo vintage” con el que Lagerfeld bautizó su colección pasará también por pantalones muy holgados, trajes de chaqueta blancos, de falda evasé y abrigos largos cerrados con dos grandes botones, vistosamente bordados, como gran parte de los modelos presentados, hechos con incrustaciones de lentejuelas, pompones, flores, hilos metalizados y las más variadas pedrerías.
Algunos conjuntos de terciopelo; vestidos de tirantes, cortos o largos, construidos con satén negro y gris, o rosa y gris perla; y modelos enteramente negros, dieron paso a un “tweed” de noche, teñido de rosa, plata y gris polvo, en conjuntos bordados de chaleco corto, hasta las caderas, sobre conjunto de falda larga, o chaleco largo sobre vestido túnica de plata.
Las galas Chanel del invierno próximo podrán vestirse también con modelos bordados de lentejuelas azules y fucsia, o grises y fucsia; vaporosos pantalones muy anchos, blancos, negros, rosa pastel, de tul, también bordados, portados con blusas a juego en tonos muy claros o negros.
Solo la espalda se desnudará en el Chanel de la próxima temporada invernal, muy clásico y ultraactual a la vez, carente de profundos escotes, audaces transparencias e indiscretas aperturas y calados.
El broche final fue más que espectacular y también un homenaje al saber hacer de la Alta Costura y sus célebres “manos de oro”, con un voluminoso vestido de novia de línea piramidal, en enorme evasé a partir del talle y los codos, bordado enteramente de plumas blancas, sobre tul.
El deseo de “nuevo ‘vintage'” con el que Chanel bautizó este desfile tomó hoy forma como es ya tradición en el interior del Grand Palais, pero no bajo su monumental vidriera acristalada, que el público atravesó con solemnidad, flanqueado de grandes macetas, sino en su recién restaurado Salón de Honor, dibujado y pintado de grises para la ocasión, con nubes incluidas en el techo.
Sentados en sillones y mesitas de mimbre disfrutaron del evento en primera fila el actor venezolano Édgar Ramírez, protagonista del filme “Carlos, el chacal”, su colega alemana Diane Kruger y las francesas Anna Mouglalis y Laetitia Casta; así como la directora de cine estadounidense Sofia Coppola y la francesa Maïwenn.
La autora de “Polisse”, figura emblemática del nuevo cine francés, asistía también en calidad de imagen de la recién presentada colección de gafas Chanel para el otoño-invierno 2012-2013.