Nada más sabroso que unas papas fritas bien hechas, un  puré de papas cremoso y exquisito o unas papas bien horneadas. Y según los expertos, la base de todo es elegir papas de la mejor calidad posible, las que van a determinar la textura y el sabor del resultado final.

Las papas Yukon, de color amarillo están entre las mejores del mundo y son ideales para asar en el horno, igual  que para hacer papas fritas.

Muchos chef famosos utilizan la papa Russet para hacer un buen puré, pues resulta delicioso y muy cremoso.

Las papas de color café redondas (las más comunes) son muy versátiles y pueden ser utilizadas en todos los platos.

Las papas rojas son muy buenas para cocerlas y añadir una variedad de ensaladas, igual que para cocinar al vapor.

Las mejores papas fritas se hacen cortando las papas en tiras de ½ cm, colocándolas en un bol con agua helada, después se quitan del agua y se secan muy bien con una servilleta de papel. En una freidora o en una sartén honda, calienta unos 10 cm de aceite vegetal y coloca las papas en una cesta de freír, o échalas directamente en la sartén y cocinarlas durante 5 minutos o hasta que estén bien doradas